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Todo lo que debes saber sobre el Material Didáctico. Para desarrollar el tema 17 de Oposiciones de Infantil.

  • 9 may
  • 20 Min. de lectura


En el contexto educativo, material didáctico se refiere al conjunto de recursos y herramientas que se utilizan con el propósito de facilitar el proceso de enseñanza- aprendizaje. Son objetos o medios diseñados para ser empleados por docentes y/o alumnos con el fin de mejorar la comprensión de contenidos y la adquisición de conocimientos, habilidades y destrezas. En Educación Infantil, suelen entenderse como elementos de juego y trabajo que, por su valor educativo, permiten desarrollar en el alumnado nuevas capacidades y aprendizajes, contribuyendo a su desarrollo integral (cognitivo, motor, social, emocional)


Estos materiales actúan como instrumentos de mediación entre los contenidos que el docente desea enseñar y las experiencias de aprendizaje que construyen los niños a partir de la interacción con dichos materiales. En otras palabras, ponen en contacto al niño con el objeto de aprendizaje, ya sea de forma directa (manipulando un objeto físico) o indirecta (observando imágenes, escuchando un cuento, interactuando con un recurso digital). Todo ello debe hacerse en coherencia con los objetivos educativos de la etapa y las necesidades evolutivas de los pequeños, de modo que el material seleccionado sea adecuado a su nivel de desarrollo y a los aprendizajes que se pretende promover,

Nota: En la jerga pedagógica de las oposiciones, suele distinguirse el material didáctico de los materiales curriculares. Mientras el material didáctico abarca los recursos que el alumnado manipula o utiliza directamente en las actividades diarias (juegos, juguetes educativos, fichas, cuentos, etc.), los materiales curriculares son aquellos diseñados para ayudar al profesorado a concretar y planificar el currículo (por ejemplo, libros de texto, guías didácticas del docente, programaciones editoriales). Ambos tipos son importantes, pero en Educación Infantil generalmente se prima el uso de materiales didácticos variados más allá del libro de texto tradicional.

Función del material didáctico en el proceso de enseñanza-aprendizaje


El material didáctico cumple una función pedagógica esencial en Infantil: es un mediador que conecta la teoría con la práctica, facilitando que las niñas y niños aprendan haciendo y jugando. A través de los materiales, los alumnos pueden experimentar de forma activa los contenidos: manipulan objetos, observan sus características, prueban acciones y descubren resultados. De este modo, los materiales permiten trabajar contenidos conceptuales (ej. nociones de número, forma, color) y procedimentales (ej. destrezas motoras, técnicas artísticas) de manera significativa, ya que parten de la experiencia directa del niño.


Una de las funciones clave del material didáctico es estimular los sentidos, la atención y la motivación del alumnado . Al ser atractivos y adecuados a la edad, captan la curiosidad natural del niño y suscitan su deseo de explorar . Como señalaba María Montessori, los materiales bien escogidos “están ideados a fin de captar la curiosidad del niño, guiándolo por el deseo de aprender”. Cada vez que el niño utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, etc.) al interactuar con un material, establece conexiones cognitivas nuevas; por tanto, ofrecerle variadas experiencias sensoriales mediante materiales educativos enriquece sus estructuras mentales y sienta las bases de futuros aprendizajes


Además de facilitar la comprensión de conceptos, los materiales didácticos fomentan el desarrollo de habilidades y competencias. Por ejemplo, mediante los juegos y materiales adecuados se puede potenciar la coordinación visomotora, la destreza manual, el pensamiento lógico-matemático (comparar, clasificar, contar, etc.), el lenguaje y la comunicación, la creatividad artística, entre otras áreas. Un buen material promueve la actividad autónoma del niño (learning by doing) y no reemplaza su protagonismo, sino que lo potencia: debe ser lo suficientemente versátil y estimulante para que el alumno experimente, construya, pruebe hipótesis, en lugar de limitarse a una recepción pasiva . Incluso en edades tempranas, los materiales adecuados contribuyen a iniciar a los niños en el método científico de forma muy básica (observando, haciendo predicciones, comprobando resultados) y al desarrollo del pensamiento crítico y la resolución de problemas


Otro rol importante del material didáctico es facilitar la socialización y el juego cooperativo. Muchos recursos (por ejemplo, juegos de mesa sencillos, construcciones colectivas, rincón de juego simbólico) invitan a la interacción entre iguales: al usarlos en grupo, los niños aprenden a comunicar ideas, respetar turnos, colaborar y resolver conflictos de manera apropiada . Así, los materiales se convierten también en vehículos para el desarrollo socioemocional, pues a través del juego con otros niños se adquieren habilidades de comunicación, empatía y trabajo en equipo.


Cabe destacar que para que un material didáctico cumpla eficazmente su función, debe reunir ciertas características de calidad ampliamente aceptadas por los educadores infantiles:


  • Seguro: no tóxico, sin piezas pequeñas que puedan ingerirse, y adecuado a la edad (cumpliendo normativas de seguridad CE).

  • Resistente y duradero: capaz de soportar el uso cotidiano en el aula sin romperse fácilmente.

  • Fácil de manejar: tamaño y peso adaptados a las manos pequeñas; manipulable sin dificultad por los niños.

  • Atractivo: visualmente estimulante, con colores, formas o texturas que inviten a su uso.

  • Polivalente: versátil, que admita varios usos o posibilidades de juego/aprendizaje (no excesivamente específico).

  • No muy estructurado: especialmente en Infantil se valora que muchos materiales sean abiertos, es decir, que no tengan un único modo de uso o un único resultado correcto, sino que permitan la creatividad y la exploración libre del niño


Estas cualidades garantizan que el material sea motivador y útil sin restar protagonismo a la actividad del alumno/a. En resumen, el material didáctico en Infantil sirve como pieza clave del ambiente de aprendizaje, convirtiendo el entorno del aula en un espacio rico en estímulos donde cada experiencia (ya sea construir una torre de bloques, hojear un cuento, jugar con agua y arena, o manejar una aplicación interactiva) se transforma en oportunidad educativa.




Tipos de materiales didácticos en Educación Infantil


Los materiales didácticos abarcan una amplia variedad de formatos y soportes. Podemos clasificarlos de diversas formas; a continuación, se presentan los principales tipos de materiales empleados en la etapa infantil, con su función y ejemplos concretos:


Material manipulativo (materiales lúdico-manipulativos)


Son aquellos materiales tangibles que el niño puede manipular físicamente con sus manos. Constituyen la base del aprendizaje activo en Infantil, ya que a estas edades el conocimiento se construye a partir de la experimentación con objetos reales. Los materiales manipulativos permiten al niño tocar, mover, combinar, apilar, encajar, montar, desmontar... en definitiva, aprender haciendo. Este grupo incluye juguetes educativos y objetos diseñados para desarrollar habilidades motoras, cognitivas y sensoriales. Algunos ejemplos son:


  • Bloques de construcción (de madera, plástico o foam): para apilar y encajar, fomentando la motricidad fina, la coordinación ojo-mano, la creatividad y nociones espaciales (conceptos de alto-bajo, grande-pequeño, equilibrio, etc.).

  • Encajables y rompecabezas sencillos: como puzzles de pocas piezas, cubos de formas, tangrams infantiles o juegos de ensartar. Ayudan a trabajar la percepción visual, la discriminación de formas y colores, la lógica espacial y la paciencia. Por ejemplo, los clásicos rompecabezas o puzles son un recurso muy conocido que promueve la dimensión cognitiva (atención, memoria visual, resolución de problemas)

  • Materiales lógico-matemáticos: objetos para contar, clasificar, seriaciones y primeros conceptos matemáticos. Aquí entrarían materiales como las regletas de Cuisenaire (para nociones de número y longitud), los bloques lógicos de Dienes (figuras de diferentes formas, colores y tamaños para clasificar según atributos), juegos de emparejar números con cantidades, ábacos o contadores sencillos, entre otros .

  • Juegos de construcción y piezas ensamblables: además de bloques, hay piezas tipo Lego® Duplo, mecano infantil, Magformers (piezas magnéticas) u otros sets que los niños unen para formar estructuras. Desarrollan la imaginación espacial, la resolución de problemas y el trabajo cooperativo cuando se juega en grupo.

  • Material sensorial: objetos que estimulan sentidos específicos. Por ejemplo, telas o pañuelos de distintas texturas, botellas sensoriales (rellenas de líquidos/objetos que producen efectos visuales), cajas de sonidos, juegos de olores, mesas de luz con piezas translúcidas de colores, etc., que enriquecen la percepción sensorial y la discriminación de cualidades (áspero-suave, sonidos distintos, mezclas de colores, etc.).

  • Material psicomotor: equipamiento para el movimiento y la coordinación gruesa, que también forma parte del material didáctico infantil. Bolas, aros, colchonetas, bloques y piezas grandes de espuma, cuerdas, circuitos de equilibrio, etc., permiten a los niños desarrollar habilidades motrices, equilibrio y conciencia corporal mediante el juego activo . Por ejemplo, las piezas blandas (colchonetas, cilindros de espuma, módulos) se usan en rincones de psicomotricidad para trepar y saltar con seguridad


En esta categoría también podemos incluir los materiales para el juego simbólico o de imitación de la vida cotidiana, ya que son objetos manipulables que cumplen un fin didáctico importante: favorecer el lenguaje, la imaginación y las habilidades sociales a través del “hacer como si”. Aquí destacan, por ejemplo, las cocinitas de juguete con sus utensilios, las muñecas y complementos (carritos, biberones, etc.), los disfraces y accesorios para dramatización, las tiendas o mercados de juguete, marionetas y teatrillos, etc. Mediante estos materiales, los niños representan roles adultos, recrean situaciones conocidas y expanden su comprensión del mundo social y vocabulario en contextos lúdicos.


Los materiales manipulativos, en suma, abarcan todos aquellos objetos concretos y físicos con los que el niño interactúa directamente para aprender. Son variados y pueden solaparse en tipos, pero comparten el hecho de que el aprendizaje ocurre a través de la manipulación activa. La normativa pedagógica actual enfatiza mucho este aspecto: por ejemplo, el currículo vigente indica que en Infantil los niños “dan los primeros pasos hacia el pensamiento científico a través del juego, la manipulación y la realización de experimentos sencillos”. Por ello, es fundamental proveer abundantes materiales manipulativos accesibles en el aula (en estanterías bajas al alcance de los niños) y organizarlos en rincones de actividad (rincón de construcciones, rincón de juegos de mesa, rincón de arte, etc.), facilitando así la autonomía y la exploración. De hecho, se debe prestar especial atención a la accesibilidad de estos materiales para todo el alumnado, adaptando cuando haya necesidades especiales, de modo que todos los niños puedan usarlos e integrarse en las actividades


Material impreso (material gráfico y textual)


Bajo este epígrafe se engloban los materiales didácticos cuyo soporte es el papel u otros medios impresos. A pesar de la temprana edad de los alumnos, los materiales gráficos y escritos desempeñan un papel importante en Educación Infantil, sobre todo para el desarrollo del lenguaje, la familiarización con la lecto-escritura y la adquisición de información visual. Dentro de esta categoría encontramos, por ejemplo:


  • Cuentos y libros infantiles: Son quizás el material impreso por excelencia en infantil. Los libros de cuentos ilustrados (adaptados a 3-6 años) fomentan el amor por la lectura, enriquecen el vocabulario, trabajan la comprensión oral y estimulan la imaginación de los niños. La narración de cuentos apoyada en el libro (con dibujos atractivos) es una actividad diaria en muchas aulas de infantil. Además de cuentos tradicionales, hay libros juego, pictogramas (historias donde algunas palabras se sustituyen por dibujos), poemas ilustrados, etc., todos de gran valor didáctico.

  • Tarjetas y láminas: Imágenes impresas utilizadas para enseñar vocabulario, conceptos o secuencias. Por ejemplo, flashcards con fotos o dibujos de objetos, animales, formas, letras, etc., que el docente muestra para nombrar y describir (muy útiles en aprendizaje de idiomas); láminas de secuencias temporales (para que el niño ordene historias simples en viñetas); tarjetas de figuras geométricas, números o letras para juegos de asociación; cartas de memory (parejas de imágenes) para ejercitar la memoria visual; bits de inteligencia (imágenes grandes de objetos con su nombre) siguiendo métodos como Doman, etc.

  • Posters, murales y paneles: Material gráfico de gran formato que se coloca en el aula. Pueden ser murales temáticos (por ejemplo, un póster del ciclo de vida de una mariposa en un proyecto de ciencias, o un abecedario decorando la pared a la altura de los niños), carteles con normas o rutinas ilustradas (p. ej., imágenes que recuerdan hábitos: colgar el abrigo, lavarse las manos...), paneles de asistencia o del tiempo (donde cada día los niños colocan su foto, o una imagen del clima), y trabajos de los propios alumnos expuestos. Estos materiales impresos en el entorno cumplen función comunicativa y motivadora, haciendo visible el aprendizaje en el aula.

  • Fichas y cuadernos de actividades: Si bien en infantil se procura que el aprendizaje sea principalmente activo y lúdico, en el último curso (5-6 años) es común introducir algunas fichas o cuadernillos adaptados para desarrollar la grafomotricidad (trazos, preescritura), la lógica-matemática básica (unir con flechas, colorear cantidades, etc.) u otras actividades dirigidas. Muchas editoriales proveen cuadernos de trabajo para infantil (generalmente llamados proyectos didácticos), aunque su uso varía según la orientación del centro. Estas fichas impresas, usadas con moderación, pueden consolidar contenidos trabajados mediante juegos. Por ejemplo, tras jugar con bloques a formar conjuntos, una ficha podría pedir rodear el conjunto con más elementos, etc., para plasmar en papel lo vivido en la actividad manipulativa.

  • Material autoelaborado: Aquí entran todos aquellos materiales impresos o artesanales que el docente crea específicamente. Por ejemplo, diplomas o carnés que motiven (el “carné de biblioteca” de clase, pegatinas de recompensa), libros caseros hechos con aportaciones de los niños (como un libro gigante con las fotos de las familias de la clase, o con dibujos de todos sobre un tema), dominós o bingos imprimibles con imágenes adaptadas al proyecto (un bingo de letras, un dominó de animales), etc. La elaboración de material didáctico propio permite al docente adaptar exactamente los recursos a los intereses de sus alumnos .


Cabe mencionar que, en algunas escuelas infantiles, el libro de texto tradicional no se utiliza o se sustituye por métodos más globalizados (rincones, proyectos, aprendizaje por ambientes). Sin embargo, en otros contextos sí se emplean materiales curriculares impresos de editoriales (generalmente en forma de proyectos con fichas trimestrales). En cualquier caso, incluso cuando se usan estos materiales, es importante complementarlos con recursos manipulativos y lúdicos. Las administraciones educativas, por su parte, procuran facilitar el acceso a materiales impresos básicos: por ejemplo, en muchas comunidades autónomas existen programas de gratuidad o ayudas para la compra de libros y material escolar en Infantil y Primaria (con distinta cobertura según la región). Así se busca que ningún niño carezca de cuentos, lápices, cuadernos u otros materiales impresos esenciales por motivos económicos.





Material digital y tecnológico


En la sociedad actual, los recursos digitales han cobrado importancia también en educación infantil. Se consideran material didáctico digital aquellas aplicaciones, programas, dispositivos electrónicos y contenidos multimedia diseñados con propósitos educativos para niños pequeños . Estos materiales, usados de forma adecuada y siempre con mediación del adulto, pueden enriquecer el proceso de enseñanza y ofrecer experiencias de aprendizaje diferentes a las del material físico tradicional.


¿Qué incluye el material digital en Infantil? Por ejemplo: juegos educativos en formato de app o software (para tablet, pizarra digital o computador) que trabajan conceptos básicos mediante actividades interactivas; cuentos digitales o audiocuentos con ilustraciones animadas; videos educativos o canciones infantiles (animaciones de canciones para aprender rutinas, videos de experimentos sencillos, contenido de divulgación adaptado); herramientas como la pizarra digital interactiva (PDI) en el aula, que permite mostrar imágenes, jugar colectivamente a juegos didácticos, o realizar dibujos entre todos; también recursos de realidad aumentada o códigos QR en materiales impresos que al escanearlos muestran contenido 3D o sonidos (una innovación que empieza a usarse en infantil para sorprender a los niños con experiencias multimedia integradas).


Asimismo, materiales tecnológicos no necesariamente de pantalla también son relevantes, como los robots educativos sencillos (bee-bots y similares). Estos pequeños robots programables, adaptados a infantil, permiten introducir nociones de orientación espacial, lógica secuencial y pensamiento computacional a través del juego de dirigir al robot por un tapete. Son considerados materiales didácticos tecnológicos y combinan manipulación física con comprensión digital.


La introducción de herramientas digitales en infantil responde a la necesidad de iniciar al alumnado en la competencia digital de forma progresiva y lúdica. De hecho, muchas comunidades autónomas han invertido en dotar a los centros de infantil con equipamiento TIC (ordenadores, tabletas, conexión a internet) y han creado repositorios de materiales didácticos digitales específicos para educación infantil. Un ejemplo a nivel nacional es la plataforma Procomún del Ministerio de Educación, con miles de recursos multimedia educativos de libre. . Igualmente, comunidades como Castilla-La Mancha, Andalucía, etc., han desarrollado portales propios donde el profesorado comparte actividades interactivas, juegos online, vídeos, etc., adecuados a su currículo regional


Los beneficios de los materiales digitales bien empleados incluyen: aumentar la motivación (los niños los perciben como juegos novedosos), ofrecer experiencias difíciles de lograr en el aula real (por ejemplo, visitar virtualmente otros lugares, ver fenómenos de la naturaleza en vídeo, escuchar audios en otros idiomas), adaptarse al ritmo del alumno (muchos software permiten repetir, nivelar dificultad, ofrecer retroalimentación inmediata), y desarrollar ciertas habilidades tecnológicas básicas. Además, combinados con metodologías apropiadas, pueden fomentar la interacción y el trabajo cooperativo (por ejemplo, dos niños en una tableta resolviendo un puzzle digital juntos, o toda la clase cantando una canción proyectada).


No obstante, es importante señalar que la tecnología en Infantil debe ser un complemento, no el eje central, dado que a estas edades la actividad motriz y sensorial directa es insustituible. Las pantallas se utilizan de forma limitada en tiempo y siempre con fines muy concretos. De hecho, la recomendación general (incluso sanitaria) es evitar la exposición prolongada a pantallas en niños menores de 6 años; por tanto, el docente valorará cuándo realmente un recurso digital aporta valor añadido. Un ejemplo de buena práctica es emplear un vídeo corto para introducir un tema (p. ej., un vídeo de animales del bosque si vamos a trabajar ese centro de interés) y luego ofrecer materiales reales (hojas, piñas, animales de juguete) para continuar la experiencia de forma tangible. En resumen, materiales digitales, sí, pero integrados de manera equilibrada dentro de una programación rica en experiencias directas. Cuando se usan, han de ser seguros (filtrar contenidos), adecuados a la edad, interactivos más que meramente pasivos, y preferiblemente implicar al niño en acción (tocando la pantalla, cantando la canción, moviendo al robot, etc.) y no solo en visualización.


Material reciclado y de uso cotidiano


Un tipo de material didáctico muy apreciado en la etapa infantil es aquel que proviene de materiales de desecho o de uso diario, es decir, el material reciclado o reutilizado. Consiste en dar una segunda vida con finalidad educativa a objetos comunes que normalmente acabarían en la basura o a elementos del entorno inmediato del niño. Su empleo tiene múltiples ventajas, tanto pedagógicas como ecológicas y económicas.


¿Por qué usar material reciclado en el aula? En primer lugar, responde a un objetivo ambiental: inculcar desde edades tempranas hábitos de aprovechamiento de recursos y conciencia ecológica. Los niños aprenden el valor de reciclar viendo cómo en su clase se recolectan tapones, envases, papel usado, etc., para crear juegos y manualidades, entendiendo que no todo es de “usar y tirar”. Pero además, reciclar con fines didácticos potencia la imaginación y la creatividad: al reutilizar un objeto dándole una función nueva, los niños desarrollan la capacidad de atribuir usos prácticos a cualquier elemento. Un simple tubo de cartón de papel puede convertirse en un telescopio en el rincón de los piratas, o en el tronco de un árbol en una maqueta, o en una pieza para un juego matemático. Esta reinterpretación de los materiales favorece la flexibilidad mental y la inventiva.


Asimismo, los materiales reciclados ofrecen un gran abanico de posibilidades motoras, experimentales y sensoriales. Al provenir de objetos variados, aportan diferentes tamaños, texturas, pesos, sonidos, etc., enriqueciendo la experiencia sensorial y la motricidad fina. Por ejemplo, trabajar manualidades con recortes de revistas, botones, telas, envases plásticos, cajas, aporta la vivencia táctil de múltiples materiales (liso, rugoso, frío, blando, etc.) que no tendríamos si solo usáramos materiales comerciales estándar. Esta diversidad hace el aprendizaje más real y más conectado con el mundo que rodea al niño


Otro aspecto práctico nada desdeñable es que son materiales económicos o gratuitos: aprovechar residuos reduce el gasto en materiales didácticos comprados, algo que beneficia tanto a los centros como a los docentes y familias. Muchas actividades con reciclados permiten dotar al aula de recursos sin coste (por ejemplo, hacer juguetes caseros) o ampliar los existentes (coleccionar tapones para juegos de conteo en vez de comprar fichas numeradas).


Ejemplos de materiales reciclados útiles en Infantil:


  • Envases y plásticos: botellas de plástico convertidas en bolos de boliche para jugar a derribarlos; tapones de botellas usados como fichas de contar, para hacer memory de colores o para construir mosaicos en el suelo; hueveras de cartón transformadas en clasificadores (colocando pompones de colores en cada hueco), o pintadas para usarlas como orugas, flores, etc.; vasos de yogur que sirven como moldes en la zona de arena, o para construir torres apilándolos.

  • Cartón y papel: cajas de cartón grandes que se convierten en casitas, coches o escenarios de juego simbólico; rollos de papel higiénico o de cocina empleados en infinidad de manualidades (binoculares, marionetas de tubo, sellos para pintar usando los bordes con pintura, etc.); periódicos viejos para hacer papel maché y crear máscaras o murales texturizados; cartulinas y folletos reciclados para recortar letras o formas.

  • Materiales naturales (recogidos del entorno): aunque no son “reciclados” de fábrica, se suelen incluir en este grupo por ser material de entorno: hojas secas, piñas, piedras, conchas, palos… recolectados en salidas o en casa, que luego se usan en el aula para hacer collages, clasificarlos por tamaños, contarlos, decorar el rincón de la naturaleza, o como piezas de construcción (por ejemplo, crear mandalas en el suelo con piedras y hojas). Son materiales gratuitos y conectan a los niños con la naturaleza, enseñándoles a apreciar elementos sencillos como recurso de juego.

  • Ropa y telas usadas: retales de tela que sobran de costura, ropa vieja (camisetas, sombreros, etc.) que se agrega al baúl de disfraces, calcetines desemparejados que se transforman en marionetas de mano, trozos de lazos, lanas o cintas que sirven para actividades artísticas o sensoriales (pasar lana por agujeros, hacer pompones, etc.).

  • Electrodomésticos o aparatos en desuso (desmontados): bajo supervisión, en clases de 5 años a veces se lleva algún teclado viejo, radio, etc., para que los niños exploren sus piezas (actividad de curiosidad científica). Las piezas recuperadas (botones, muelles) pueden luego incorporarse a un rincón de inventos o de construcciones artísticas.


En definitiva, prácticamente cualquier objeto cotidiano puede hallarse en un aula de infantil con un uso pedagógico inesperado. Los docentes suelen elaborar juegos didácticos caseros con estos materiales: por ejemplo, un tres en raya de figuras geométricas hecho con tapones y un cartón a modo de tablero, una caja de sumar hecha con una caja de zapatos que oculta el resultado de sumas simples para practicar cálculo, o un juego de clasificación donde los niños agrupan tapones según colores o letras pegadas en ellos (trabajando lógica y lectoescritura básica). Estos son casos reales de materiales reciclados empleados con éxito en aulas de infantil, que demuestran cómo el ingenio del docente puede convertir residuos en valiosos recursos de aprendizaje.





Otros tipos y categorías


Además de las categorías mencionadas (manipulativos, impresos, digitales, reciclados), conviene señalar brevemente otros tipos de materiales didácticos relevantes en Infantil que a veces se clasifican aparte:


  • Material audiovisual: Engloba recursos como vídeos, diapositivas, grabaciones de audio, música, películas o dibujos animados educativos, presentaciones multimedia, etc. Puede considerarse subcategoría del material digital, pero incluye también medios tradicionales (por ejemplo, CDs de música infantil, DVDs educativos o proyección de diapositivas). El material audiovisual apela a la vista y oído, enriqueciendo la enseñanza de idiomas (audios en inglés), la educación musical (canciones y bailes), el descubrimiento del entorno (documentales cortos adaptados). En infantil se utilizan canciones grabadas para rutinas, sonidos de animales para adivinar, videos de cuentos animados, etc., siempre acompañados de interacción.

  • Materiales artísticos y expresivos: Son todos los insumos para la expresión plástica y creativa: pinturas, ceras, pinceles, arcilla o plastilina, papeles de colores, tijeras adaptadas, pegamentos, instrumentos musicales básicos (panderetas, tambor, xilófono), entre otros . Si bien a veces se consideran “material fungible” (por ser consumibles), tienen una clara función didáctica: a través de ellos los niños desarrollan la motricidad fina, expresan sus emociones e ideas de forma creativa y exploran texturas y técnicas artísticas. Deben ser seguros (no tóxicos), adecuados a la edad (por ejemplo, tijeras de puntas redondas, pinceles gruesos fáciles de agarrar) y estar siempre disponibles en el rincón de arte para uso espontáneo.

  • Recursos del entorno y excursiones: Aunque no son “material” en el sentido estricto objeto, sí se consideran recursos didácticos: la visita a un mercado, la presencia de personas (familiares que van a clase a contar su oficio, etc.), el entorno físico del aula (patio, huerto escolar). Por ejemplo, un huerto escolar proporciona material natural (plantas, tierra, herramientas de jardinería) que los niños manipulan y cuidan, convirtiéndose en recurso educativo vivo. En infantil, el propio espacio del aula y su ambientación es considerado un “tercer educador” (según corriente Reggio Emilia): mobiliario, decoración, rincones estructurados, todo ello forma parte de los materiales que inciden en el aprendizaje.


Como se aprecia, la variedad de materiales didácticos es enorme. Lo importante para el docente opositor es saber seleccionar y utilizar los materiales de forma coherente con la programación: cada actividad o situación de aprendizaje que planifiquemos debe ir apoyada en materiales adecuados a los objetivos que buscamos. Es recomendable ofrecer riqueza y diversidad de materiales en el aula de infantil, para atender a los distintos estilos de aprendizaje (visual, auditivo, kinestésico) y para estimular todas las dimensiones del desarrollo infantil.


Aspectos normativos y diferencias entre Comunidades Autónomas


En España, la Educación Infantil (0-6 años) está regulada por una legislación básica estatal (por ejemplo, el Real Decreto 95/2022 que establece las enseñanzas mínimas de la etapa) y por los decretos curriculares de cada Comunidad Autónoma, que concretan y desarrollan esos mínimos en su territorio. En términos generales, la consideración y uso del material didáctico en Infantil es muy similar en todas las comunidades, ya que se sustenta en principios pedagógicos comunes recogidos en la normativa vigente: metodología globalizada, aprendizaje a través del juego, importancia del ambiente rico en estímulos, atención a la diversidad, etc.


Por ejemplo, el Real Decreto 95/2022 (que se aplica a todo el Estado) subraya entre sus principios pedagógicos que “el proceso de enseñanza y aprendizaje en Educación Infantil se plantea en un contexto sugerente y divertido” y que los niños se inician en las destrezas lógico-matemáticas y científicas a través del juego, la manipulación de objetos y la experimentación . También enfatiza asegurar la accesibilidad universal de los materiales (diseño para todos), la interacción y la inclusión desde edades tempranas. Estas orientaciones luego aparecen de forma análoga en los decretos autonómicos.


No obstante, pueden existir diferencias según la comunidad autónoma en cuanto a énfasis específicos o iniciativas relacionadas con los materiales:


  • En comunidades con lengua cooficial (Cataluña, País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana, etc.), obviamente los materiales curriculares y didácticos se adaptan al idioma propio. Por ejemplo, los cuentos, fichas y recursos digitales estarán disponibles en catalán, euskera, gallego... Esto supone que el opositor de esas regiones deba conocer materiales en dicha lengua y, en algunos casos, fomentar aspectos culturales locales a través de los recursos (contar con cuentos tradicionales gallegos, canciones en euskera, etc., como parte de su repertorio didáctico).

  • Algunas comunidades han desarrollado programas o bancos de recursos propios. Como se mencionó, todas disponen ya de repositorios digitales impulsados por la administración autonómica para compartir materiales didácticos en líne. Asimismo, hay regiones con programas de innovación que dotan a los centros de cierto material específico: por ejemplo, proyectos de introducción a la robótica educativa en infantil (reparto de bee-bots en colegios de una comunidad), plan de bibliotecas escolares que envía lotes de libros infantiles a los centros, etc.

  • La financiación y provisión gratuita de materiales puede variar: en algunos territorios, aunque Infantil no es etapa obligatoria, se subvencionan materiales didácticos del segundo ciclo (3-6 años) mediante ayudas a familias o dotaciones a los centros. Por ejemplo, hay comunidades que incluyen al alumnado de infantil en los programas de gratuidad de libros de texto o proporcionan material fungible (papelería, pinturas) a los colegios, mientras que en otras estos costes recaen más en las familias. Estas diferencias responden a políticas autonómicas, pero no afectan a la definición de qué es material didáctico sino a su disponibilidad.

  • Metodológicamente, puede haber matices en la orientación pedagógica de cada comunidad que influyan en el tipo de materiales usados. Por ejemplo, Cataluña históricamente ha promovido en Infantil un enfoque por ambientes de aprendizaje y rincones, lo que suele implicar abundancia de materiales manipulativos, artísticos y de juego simbólico, y un uso menor de fichas; otras comunidades quizás adoptaron antes el uso de libros de texto en infantil (aunque la tendencia general actual es reducirlos). En Navarra, con su programa de escuelas de 0-3 años de inspiración Pickler/Reggio, se dio mucha importancia a materiales naturales y no estructurados. Sin entrar en detalle, un opositor debe saber si su comunidad tiene alguna instrucción específica sobre materiales (por ejemplo, limitaciones en el tiempo de pantalla recomendado, obligación de disponer de cierto material en cada aula, etc.) y mencionarlo en su programación.


En términos normativos puros, no existe una definición distinta de “material didáctico” en cada comunidad – el concepto es compartido a nivel estatal. Lo que sí varía es la concreción en documentos oficiales: cada Decreto de currículo autonómico suele incluir un apartado de orientaciones metodológicas donde se refleja el papel de los materiales y recursos. Por ejemplo, en Andalucía el Decreto 397/2023 indica que la organización de espacios y materiales debe favorecer la autonomía y el juego de los niños, mencionando la necesidad de rincones bien dotados; la Comunidad de Madrid en su Decreto 36/2022 subraya la utilización de materiales diversos para atender a la diversidad de intereses; etc. Son diferencias de énfasis más que de fondo.


Para un opositor, lo recomendable es: consultar la normativa de su comunidad (currículo vigente de Educación Infantil y, si las hubiera, instrucciones o órdenes sobre recursos materiales) para detectar particularidades relevantes. En cualquier caso, las bases pedagógicas coinciden: el material didáctico es un componente fundamental del proceso educativo en infantil, y su selección, uso y evaluación forman parte de la competencia profesional del docente. En la defensa de una programación o unidad didáctica en la oposición, se valorará que el candidato justifique qué materiales elige, por qué son adecuados para esa actividad y cómo contribuyen al aprendizaje de su alumnado, así como que demuestre conocer la variedad de tipos de materiales disponibles (manipulativos, impresos, digitales, reciclados, etc.) y las consideraciones para usarlos de forma segura, inclusiva y efectiva.


En resumen, el material didáctico en Educación Infantil abarca todos aquellos recursos educativos (tanto físicos como digitales) que el docente emplea para mediar y enriquecer las experiencias de aprendizaje de los niños de 0-6 años. Su función es facilitar la comprensión y construcción de conocimientos a través de la interacción activa, sensorial y lúdica, adaptándose a las necesidades evolutivas de los pequeños y estimulando su curiosidad. Existen múltiples tipos de materiales – desde juegos manipulativos, cuentos y láminas, hasta tabletas educativas o materiales reciclados – y cada uno cumple un papel en el desarrollo de determinadas capacidades. Un buen maestro de infantil sabrá combinar estos recursos de forma equilibrada, creando un entorno de aula estimulante, variado y seguro, donde los materiales didácticos actúan como catalizadores del aprendizaje y donde el niño, jugando y explorando, alcanza los objetivos propuestos de manera natural y significativa. Como dicen los expertos, “los materiales son mediadores en el proceso de enseñanza y aprendizaje” y en infantil, más que en ninguna otra etapa, el mundo material es el mundo de las ideas: el niño piensa con las manos, siente con los objetos y aprende con todo aquello que está a su alcance. Por eso, dotar al aula de buenos materiales didácticos y saber utilizarlos pedagógicamente es imprescindible para una educación infantil de calidad.



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