Contextualizar tu programación de Infantil paso a paso: centro educativo, entorno y grupo-clase

¿Te estás preparando para las oposiciones de Educación Infantil y has escuchado hablar de la contextualización de la programación didáctica? Es muy posible que te preguntes qué significa exactamente este apartado y por qué los tribunales le dan tanta importancia. No estás solo: muchos aspirantes se sienten perdidos al comenzar a diseñar su programación LOMLOE Infantil y se encuentran con dudas sobre cómo describir el centro, el entorno y el grupo de alumnos de forma efectiva.

Imagina tu programación como una historia que vas a contar al tribunal. La contextualización es el escenario y los personajes de esa historia: define dónde ocurre (el centro y su entorno) y con quién (tu grupo de alumnos). Una contextualización bien planteada conecta cada objetivo, actividad y criterio de evaluación con la realidad concreta de tu aula . En otras palabras, es el hilo conductor que demuestra al tribunal que tu programación no es genérica ni copiada, sino única y adaptada a un contexto real. Si tu programación fuera una obra de teatro, la contextualización sería el decorado y los actores que dan sentido a todo el guión.

En esta guía te explicaremos cómo realizar desde cero la contextualización perfecta de tu programación didáctica de Infantil, siguiendo el marco estatal de la LOMLOE. Aprenderás qué incluir en este apartado, cómo analizar el entorno educativo, cómo describir a tu grupo-clase y cómo redactar con un enfoque inclusivo y competencial. Iremos paso a paso, con ejemplos prácticos para opositores de toda España (ya que la lógica es la misma en cualquier comunidad autónoma, ajustándose después a la normativa regional correspondiente). Al final, verás que contextualizar es mucho más que un trámite: es la base para diseñar situaciones de aprendizaje infantil relevantes, significativas y efectivas. ¡Vamos a ello!

¿Qué es la contextualización de la programación didáctica y por qué es clave?

La contextualización de la programación didáctica es la adaptación del currículo a la realidad específica de un centro, su entorno y un grupo de alumnos determinados . Consiste en describir dónde y con quién se va a aplicar tu propuesta educativa, justificando así todas las decisiones pedagógicas posteriores. Bajo la LOMLOE, este paso cobra una relevancia especial: la nueva ley educativa nos exige partir de situaciones de aprendizaje reales y centrarnos en el desarrollo de competencias clave, asegurando la inclusión y la equidad . En otras palabras, la programación ya no se limita a listar contenidos, sino que debe nacer de un contexto real y significativo para los niños, conectando el currículo con la vida cotidiana del alumnado .

¿Por qué es tan importante contextualizar? Porque demuestra tu capacidad para ser un docente reflexivo y adaptativo. Un tribunal de oposiciones busca ver en tu programación evidencias de competencia profesional, no solo teoría. Mediante la contextualización, estás mostrando que conoces la legislación vigente y los principios pedagógicos de la etapa, y que sabes aterrizarlos en un caso concreto. De hecho, las convocatorias valoran explícitamente que el aspirante exponga “el contexto y las características del centro educativo” y que adapte su programación a ese contexto . Si el contexto que presentas tiene la característica X, se espera que la metodología propuesta sea Y y la evaluación Z. Esta coherencia interna es fundamental: no tendría sentido, por ejemplo, proponer proyectos de robótica educativa si describes un centro rural con escasos recursos tecnológicos . En resumen, una buena contextualización justifica y da sentido pedagógico a todas las partes de tu programación , evitando que parezca genérica o desconectada de la realidad.

Además, la contextualización es tu mejor aliada para destacar. Frente a muchas programaciones similares, la tuya brillará si refleja un escenario realista, detallado y único. Los tribunales valoran más un contexto creíble (con sus fortalezas y limitaciones auténticas) que uno “perfecto” pero poco verosímil. Recuerda: contextualizar es personalizar, y personalizar tu programación a un contexto es clave para que sea efectiva y memorable.

¿Qué debe incluir la contextualización de tu programación?

Por lo general, el apartado de contextualización de una programación de Infantil incluye tres elementos esenciales: las características del centro educativo, la realidad del entorno socioeducativo y las características del grupo-clase . Veámoslos uno por uno a continuación. Cada uno de estos subapartados responde a preguntas fundamentales: ¿cómo es el centro donde enseñas?, ¿qué peculiaridades tiene el entorno que rodea al centro? y ¿cómo son tus alumnos? Al dar respuesta a estas preguntas, estarás sentando los cimientos sobre los que construirás tus situaciones de aprendizaje y todas las decisiones didácticas.

A continuación, te explicamos cómo analizar cada elemento y qué información concreta incluir en tu contextualización, con consejos y ejemplos prácticos para que tu descripción sea completa, rigurosa y útil.

Características del centro educativo

Comienza por situar a tu lector (el tribunal) dentro del centro escolar en el que se desarrolla tu programación. Aquí debes describir de forma clara y concisa las características principales del colegio o escuela infantil. Algunos aspectos importantes a incluir son:

• Tipo y tamaño de centro: ¿Se trata de un CEIP (Centro de Educación Infantil y Primaria) público, un colegio concertado, una escuela rural agrupada (CRA) o una escuela exclusivamente infantil? Indica cuántas líneas tiene el centro (por ejemplo, “centro de línea 2” significa dos grupos por nivel) y el número aproximado de alumnos. Esto da una idea de la escala: no es lo mismo planificar en un centro pequeño rural que en uno urbano de gran tamaño.

• Instalaciones y recursos disponibles: Describe las instalaciones físicas relevantes: ¿Dispone de aula de psicomotricidad, patio al aire libre, huerto escolar, biblioteca, aula de informática, comedor, etc.? ¿Tiene espacios especializados (aula multisensorial, laboratorio de naturaleza, sala de usos múltiples)? También menciona los recursos materiales y humanos: por ejemplo, si el centro cuenta con personal de apoyo como PT (Pedagogía Terapéutica), AL (Audición y Lenguaje) u orientador escolar, o proyectos especiales (centro bilingüe, programas de innovación, etc.). No te limites a enumerar: explica brevemente cómo estos recursos influyen en tu programación. Por ejemplo, “al contar con un patio naturalizado y un pequeño huerto, aprovecharemos el aprendizaje al aire libre y en la naturaleza”, o “la dotación de una aula de informática bien equipada nos permite integrar el uso de tecnologías de forma habitual”. Recuerda que cada recurso puede habilitar o limitar ciertas propuestas metodológicas y es bueno dejar esa conexión explícita .

• Proyecto educativo del centro y líneas pedagógicas: Si conoces (o inventas, en el caso de un supuesto ficticio) las señas de identidad del centro, puedes incluirlas muy brevemente. Por ejemplo, si el centro tiene una orientación metodológica específica (montessori, aprendizaje cooperativo, proyectos) o planes como Escuela promotora de salud, Plan lector, Programa de tránsito familia-escuela, etc., menciónalo. Esto demuestra que alineas tu programación con la identidad pedagógica del centro . Ojo: Si no dispones de información real (porque tal vez tu programación es hipotética), puedes proponer elementos comunes en muchos PEC (Proyecto Educativo de Centro), siempre que luego se reflejen en tus unidades didácticas.

Ejemplo práctico (Centro): “El CEIP Los Pinos es un centro público de una línea ubicado en un barrio residencial. Cuenta con 3 aulas de Educación Infantil (una por nivel 3, 4 y 5 años) y 6 de Primaria. Dispone de un patio exterior con zonas ajardinadas y un pequeño huerto escolar, además de un aula de psicomotricidad bien equipada. El centro forma parte del Proyecto EcoEscuela, fomentando la educación ambiental, y participa en un programa bilingüe español-inglés con auxiliar de conversación. También cuenta con una orientadora a tiempo parcial y especialistas de PT y AL que apoyan la atención a la diversidad. Estas características nos permiten integrar actividades al aire libre aprovechando el huerto y trabajar hábitos ecológicos con los niños, a la vez que incorporamos rutinas bilingües diarias apoyadas por los recursos humanos disponibles.”

En este ejemplo vemos cómo se entrelaza la descripción con la implicación pedagógica: el huerto escolar invita a actividades de ciencias naturales, el programa bilingüe justifica la introducción de inglés en rutinas, etc. Así es como tu contextualización da fuerza a tu programación: cada dato prepara el terreno para metodologías y actividades coherentes con ese contexto.

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Realidad sociocultural del entorno educativo

A continuación, amplia el foco para describir el entorno en el que se ubica el centro. El contexto socioeconómico y cultural que rodea a la escuela influye enormemente en la vida del aula, por lo que el tribunal espera ver que lo has analizado. Aquí debes incluir:

• Localización geográfica: ¿El centro está en un medio rural, en un pueblo pequeño o en una zona urbana de ciudad? ¿Es un barrio céntrico, periférico, residencial, industrial? Describe brevemente. La diferencia entre entorno urbano y rural conlleva implicaciones directas en la programación. Por ejemplo, en un contexto rural quizás haya menos museos o academias, pero puede haber un gran contacto con la naturaleza, oficios tradicionales y una comunidad más cohesionada que facilita la colaboración familia-escuela En un contexto urbano, tendrás acceso a bibliotecas, teatros, transporte público, diversidad cultural, pero tal vez menos conexión con el medio natural y mayor heterogeneidad socioeconómica . Deja claro qué tipo de entorno es y piensa cómo eso afecta a tus posibilidades didácticas.

• Características socioeconómicas y culturales: ¿Qué se puede decir de la comunidad donde está el colegio? Puedes mencionar el número de habitantes de la localidad o barrio, la principal actividad económica (zona agrícola, zona de servicios, etc.) si es relevante, y el nivel sociocultural general (por ejemplo, “entorno de nivel socioeconómico medio con predominio de familias de clase trabajadora”). Si es un barrio con alta inmigración o diversidad cultural, es muy pertinente destacarlo, ya que impacta en las necesidades lingüísticas y en trabajar valores de interculturalidad. Si por el contrario es un entorno culturalmente muy homogéneo, también es dato relevante. Importante: siempre desde una perspectiva objetiva y respetuosa, evitando juicios de valor.

• Recursos educativos y comunitarios cercanos: Una contextualización sobresaliente va más allá de los datos demográficos básicos . Identifica los recursos del entorno que puedan tener aprovechamiento educativo: ¿Hay una biblioteca municipal a la que se puedan hacer visitas? ¿Parques, polideportivos, museos, centro cultural, escuela de música, un mercado municipal, una granja escuela cercana, comercios en el barrio? ¿Alguna institución (ayuntamiento, ONG, centro de salud) colaboradora? Todos estos elementos del entorno son potenciales activos pedagógicos que luego podrás integrar en tus situaciones de aprendizaje. Por ejemplo, la proximidad de un mercado podría dar pie a un proyecto sobre alimentación o educación para el consumo; un parque natural cercano facilita actividades de educación ambiental y psicomotricidad al aire libre; la existencia de una biblioteca invita a diseñar actividades de animación a la lectura, etc. Menciona aquellos recursos que piensas aprovechar.

• Relación familia-escuela: Puedes incluir también información sobre la implicación de las familias y el clima social. Por ejemplo, “alta participación de las familias en la vida escolar (AMPA activa)” o “muchos alumnos provienen de entornos familiares desfavorecidos con escasa implicación escolar”. Estos datos contextualizan los retos o apoyos con los que cuentas. Recuerda que en Infantil la colaboración con las familias es crucial, especialmente en la transición del entorno familiar al escolar, algo destacado en los principios pedagógicos de la etapa .

Ejemplo práctico (Entorno): “El centro se sitúa en un entorno urbano en la periferia de una gran ciudad. El barrio, de unos 20.000 habitantes, cuenta con población culturalmente diversa; muchas familias provienen de otros países (aprox. 30% del alumnado es de origen extranjero), por lo que conviven distintas lenguas y tradiciones. Socioeconómicamente es una zona de nivel medio-bajo con algunos indicadores de vulnerabilidad (desempleo, familias monoparentales).

Sin embargo, el entorno ofrece múltiples recursos educativos: el colegio está junto a un centro cultural municipal con biblioteca infantil y a un mercado tradicional donde algunos padres trabajan. También hay un pequeño parque con zona de juegos y un centro de salud cercano. La comunidad educativa tiene una AMPA activa que organiza eventos multiculturales, lo que refleja la implicación de las familias en el centro. Este contexto nos brinda oportunidades para proyectos de aprendizaje-servicio en el barrio, visitas al mercado para trabajar conceptos matemáticos y socioculturales, y actividades de animación lectora en colaboración con la

biblioteca.”

En este ejemplo, hemos señalado la diversidad cultural (clave para abordar competencias de interculturalidad y respeto a la diversidad), la presencia de un mercado (recurso para aprendizaje situado) y de una biblioteca (recurso para fomentar la lectura). Observa cómo describir el entorno abre puertas a ideas que luego encajarán en tus unidades didácticas. El tribunal apreciará que conoces tu entorno y sabes aprovecharlo educativamente.

Características del grupo-clase

El tercer pilar de la contextualización es presentar al grupo de alumnos con el que vas a trabajar. Aquí debes dibujar un retrato general de los niños y niñas de la clase, tanto a nivel colectivo como destacando la diversidad interna. Incluirás información como:

• Nivel y edad del alumnado: En Educación Infantil trabajarás con alumnos de 3, 4 o 5 años (segundo ciclo de Infantil). Especifica el curso (por ejemplo, 3º de Ed. Infantil, 5 años) y recuerda que cada edad tiene unas características evolutivas típicas. Menciona brevemente las características psicoevolutivas relevantes para esa edad : por ejemplo, “alumnado de 5 años, en pleno desarrollo del lenguaje y del juego simbólico, con creciente autonomía en rutinas y capacidad de atención aún limitada”. Este apunte inicial demuestra conocimiento del desarrollo infantil y contextualiza tus expectativas.

• *Número de alumnos y ratio: Indica cuántos niños/as forman el grupo (por ejemplo, 25 alumnos, 13 niños y 12 niñas, o la cifra que corresponda según normativa). Si la ratio es alta o baja, podrías comentarlo si afecta a la organización (aunque normalmente en oposiciones se suele asumir la ratio estándar legal).

• Características colectivas del grupo: Cada grupo es único. Describe el clima general y el estilo de aprendizaje del grupo si procede: por ejemplo, si es un grupo muy participativo y movido, o si es tranquilo; si llevan juntos desde los 3 años con pocas incorporaciones nuevas, etc. Esto suele ser opcional, pero si añades algún detalle (realista) le das vida al retrato de la clase.

• Diversidad y necesidades específicas (ANEAE): Este punto es crucial. Una programación con enfoque inclusivo debe reconocer la diversidad del alumnado, incluyendo aquellos con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE). Lo ideal es describir un grupo heterogéneo y realista, donde haya distintos ritmos y estilos de aprendizaje, y mencionar 2 o 3 casos concretos de alumnos con necesidades particulares . Por ejemplo, podrías incluir un niño con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), otro alumno de incorporación tardía con desconocimiento del idioma español (alguien que venga de otro país recientemente) y quizá una alumna con altas capacidades intelectuales. También son comunes casos de trastornos del lenguaje, alguna pequeña discapacidad motora, alumnos con apoyo de logopedia, etc. Describe brevemente cada caso y, muy importante, hazlo con sensibilidad y profesionalidad. Ejemplo: “... cuenta con 1 alumno con diagnóstico de TDAH que presenta dificultades de atención y necesita apoyos específicos, 1 alumna recién incorporada de origen chino con escasa comprensión del castellano, y 1 alumno con altas capacidades en el área lógico-matemática que demanda ampliación de retos.” Al listar estas NEAE de manera concreta, estás preparando el terreno para que más adelante, en tu programación, expliques medidas de atención a la diversidad reales y personalizadas, en lugar de teóricas generales,

• Intereses y motivaciones del grupo: Aunque no es obligatorio, añadir un toque sobre qué le interesa al grupo le da riqueza a tu contextualización. Por ejemplo, “En general muestran gran interés por los cuentos y la música”, o “la mitad del grupo asiste a actividades extraescolares deportivas, mostrando gusto por el juego motor”. Esto puede venir de su realidad; por ejemplo, si viven en zona costera igual les atrae el tema de la playa y los animales marinos, etc. Incluir los intereses te ayuda luego a justificar la selección de determinadas temáticas o proyectos que enganchen con esos gustos.

Ejemplo práctico (Grupo): “El grupo-clase está formado por 23 alumnos de 5 años (13 niñas y 10 niños) en el tercer curso del segundo ciclo de Educación Infantil. A sus cinco años, se encuentran en una etapa de gran desarrollo del lenguaje y mayor capacidad de atención que en cursos anteriores, aunque todavía necesitan actividad física frecuente y aprendizaje a través del juego. En general, es un grupo curioso y participativo, muy motivado por las historias de cuentos y las actividades artísticas (disfrutan especialmente de la hora de música y de manualidades creativas). Presentan un nivel de desarrollo heterogéneo, con diversos ritmos de aprendizaje: algunos comienzan ya a leer palabras sencillas mientras otros aún están afianzando el reconocimiento de letras. En cuanto a necesidades específicas, dos alumnos reciben apoyos de Audición y Lenguaje por dificultades en la pronunciación, y contamos con un caso de Trastorno del Espectro Autista (TEA) en grado leve, que requiere adaptaciones en la comunicación (uso de pictogramas) y apoyo para la interacción social. Además, una niña se incorporó este curso procedente de Perú, con necesidad de refuerzo de lenguaje al ser hispanohablante reciente en España, y otro niño destaca por altas capacidades en pensamiento lógico, lo que nos reta a ofrecerle ampliaciones en actividades matemáticas. Esta diversidad convierte al aula en un espacio inclusivo donde trabajamos la cooperación, el respeto a diferentes ritmos y la atención individualizada.”

Fíjate cómo en este ejemplo se ha pintado un panorama completo: se mencionan las características generales de los niños de 5 años, la composición del grupo, y varios casos de NEAE concretos (un TEA, apoyos de AL, alumna inmigrante, altas capacidades). No es obligatorio enumerar tantos, pero hacerlo demuestra que has considerado cómo es realmente un aula inclusiva. Luego, en tu programación, tendrás que dar respuesta a estas necesidades en metodología, actividades y evaluación, pero al menos ya las presentaste aquí. El tribunal verá en esto un alto grado de compromiso con la inclusión y la personalización de la enseñanza.

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Consejos para una contextualización inclusiva y competencial

Ahora que ya sabes qué elementos incluir y cómo describirlos, es importante reflexionar sobre cómo redactar este apartado con el enfoque adecuado que exige la LOMLOE: inclusivo, competencial y orientado a situaciones de aprendizaje. Aquí van algunos consejos finales para pulir tu contextualización y darle ese toque profesional y cercano que marcará la diferencia:

1. Emplea un lenguaje inclusivo y respetuoso: Cuando describas a tu alumnado y su entorno, cuida mucho las palabras. Usa términos que reflejen diversidad sin connotaciones negativas. Por ejemplo, habla de "alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo" en lugar de etiquetas simplistas. Refírete a niños y niñas por igual, o utiliza colectivos neutros como "el grupo de alumnos" o "el alumnado". Menciona "las familias" en vez de asumir solo "los padres", reconociendo la variedad de estructuras familiares. Si comentas características culturales o socioeconómicas, hazlo sin prejuicios, solo como contexto. Este estilo inclusivo demuestra tu sensibilidad y ya envía un mensaje educativo potente al tribunal.

2. Conecta el contexto con las competencias clave: Una de las grandes novedades de la LOMLOE es la centralidad de las competencias clave. Tu contextualización debe dejar entrever que, en ese entorno y con ese alumnado, tienes la oportunidad de desarrollar ciertas competencias de manera significativa. ¿Qué significa esto? Que pienses qué competencias destacan de manera natural en tu contexto: si, por ejemplo, has descrito un entorno con diversidad cultural y un mercado cercano, eso es una oportunidad de oro para trabajar la competencia en conciencia y expresiones culturales, la competencia social y cívica, e incluso la competencia lingüística a través de interacciones reales. Vincula contexto con aprendizaje competencial. De hecho, las situaciones de aprendizaje que diseñes nacerán de este contexto real para desarrollar competencias integradas. Recuerda la definición: una Situación de Aprendizaje es una propuesta didáctica que parte de un contexto real o cercano al alumnado y cuyo objetivo es desarrollar competencias clave a través de tareas integradas y significativas . Así que tu contexto es literalmente la base sobre la que se construirán esos retos o proyectos competenciales. Por ejemplo, si en tu contexto cuentas con un mercado municipal que las familias frecuentan, podrías planear una situación de aprendizaje donde la clase “monta un mercadillo” en el cole. Esto permitiría trabajar contenidos de lógica-matemática (numeración, clasificación de productos), competencia lingüística (negociar, hacer de vendedores y compradores), competencia social (cooperar, respetar turnos) e incluso aprender sobre hábitos saludables . Ejemplifica en tu programación esa conexión: el tribunal verá que aprovechas el entorno para desarrollar competencias tal como pide la LOMLO .

3. Demuestra coherencia entre contexto y propuesta didáctica: Un error común es escribir una contextualización detallada y luego “olvidarla” en el resto del documento Evita esto a toda costa. Desde ya, redacta tu contexto pensando en cómo lo enlazarás con los siguientes apartados (objetivos, metodologías, evaluación...). Por ejemplo, si mencionas en el contexto que tienes un alumno con hipersensibilidad auditiva, asegúrate de que en tus metodologías o medidas de atención a la diversidad hables de ofrecerle auriculares protectores o ubicar su asiento en un lugar adecuado, etc. Si dices que el centro tiene huerto, que luego se vea reflejado en alguna actividad de ciencias. Esta transversalidad es fundamental. Puedes incluso adelantar pequeñas conexiones en la propia contextualización: frases como “lo cual sentará las bases para...”, “este recurso se aprovechará en nuestras situaciones de aprendizaje dedicadas a ...” son muy bien recibidas. Mantén la coherencia: cada pieza debe encajar con tu contexto, reforzando la unidad del documento.

4. Sé específico y original: Aporta los detalles justos pero significativos que hagan único tu contexto. Evita descripciones vagas del tipo “centro de entorno urbano medio con 2 líneas” sin más. Eso suena genérico y podría dar a entender que ni conoces el centro ni te has esforzado (incluso hay tribunales que sospechan plagio al ver contextualizaciones demasiado estándar). Por el contrario, si incluyes detalles verosímiles (como los ejemplos que hemos dado: huerto, mercado, aula PT, etc.), tu programación ganará en autenticidad y captará la atención. Ojo: tampoco te excedas inventando un centro “maravilloso” con mil proyectos punteros solo por impresionar; es mejor un contexto normal pero bien aprovechado que uno inverosímil. La credibilidad es la clave. Presenta un escenario coherente donde, a pesar de las posibles limitaciones (que todos los contextos tienen), eres capaz de plantear propuestas pedagógicas sólidas. Un truco: si tu centro ficticio tiene una carencia obvia (por ejemplo, pocas TIC), puedes mencionarlo y luego convertirlo en fortaleza (“aunque el centro carece de muchos recursos tecnológicos, esto nos impulsa a aprovechar metodologías activas basadas en el juego simbólico, la naturaleza y materiales manipulativos”). Eso demuestra reflexión y no resta puntos; al contrario, suma.

5. Ten presente la normativa (LOMLOE) mientras contextualizas: Aunque la contextualización se centra en tu caso particular, recuerda enmarcarlo dentro de los principios generales de la etapa de Infantil según la ley. Por ejemplo, la LOMLOE (y el Real Decreto 95/2022, que establece las enseñanzas mínimas de Infantil) enfatiza que la educación infantil debe darse en un ambiente de afecto y confianza, con experiencias de aprendizaje significativas a través del juego y atención al desarrollo integral de los niños . ¿Por qué no reflejar que tu contexto favorece eso? Podrías indicar: “El centro pone especial cuidado en la acogida y transición familia-escuela, creando un ambiente afectivo seguro (acorde con los principios del RD 95/2022) , algo especialmente relevante dado el alto número de alumnos que asisten por primera vez a la escuela procedentes de entornos familiares diversos.” O bien, “la presencia de distintos orígenes culturales en el aula nos ayuda a trabajar desde edades tempranas la educación en valores y la convivencia, tal como propugna la LOMLOE en su perfil de salida competencial del alumnado”. Estas menciones sutiles de la normativa muestran que tu programación está anclada en el currículo oficial  a la vez que adaptada a tu realidad. Es decir, dejas claro que sabes concretar el marco estatal en tu contexto específico, que es justo lo que se busca.

Siguiendo estos consejos, tu contextualización no solo informará, sino que también transmitirá una filosofía educativa acorde a la LOMLOE: inclusión, competencia, realidad y coherencia. Cada frase contará algo significativo, sin paja ni relleno, y preparará al lector para entender por qué has elegido ciertos objetivos, contenidos o actividades más adelante. En definitiva, estarás sentando las bases de una programación con alma y sentido.

Conclusión: contextualizar para personalizar y triunfar

Diseñar la contextualización perfecta es un paso imprescindible para que tu programación de Infantil destaque. Al invertir tiempo y cuidado en analizar el centro, el entorno y el grupo de alumnos, estás construyendo los cimientos de una situación de aprendizaje efectiva y coherente. Piensa que contextualizar es sinónimo de personalizar: significa adaptar el currículo a tus alumnos reales o hipotéticos, en tu escenario concreto. Y en la personalización está la clave del éxito educativo.

Una buena contextualización se apoya en cuatro pilares fundamentales:

• Justificación pedagógica: cada característica que mencionas (sea del centro, entorno o alumnos) tiene una razón de ser y se relaciona con decisiones didácticas que tomarás.

• Uso de la legislación como respaldo: demuestras que conoces el marco LOMLOE y lo usas como herramienta para validar tu propuesta (por ejemplo, alineando con las competencias clave, o citando principios del currículo de Infantil) .

• Coherencia interna: logras que todo el documento respire la realidad que presentaste. Desde los objetivos hasta la evaluación, todo tiene sentido porque parte de tu contexto .

• Realismo y credibilidad: presentas un contexto posible y manejable, con detalles específicos, mostrando que sabes lidiar con limitaciones reales y aún así innovar pedagógicamente.

Si has seguido los pasos y consejos de esta guía, ahora tendrás claro cómo hacer la contextualización de tu programación de Infantil desde cero. Ya sabes qué incluir (y qué no), cómo analizar el entorno y tu grupo, y cómo redactarlo de forma inclusiva y competencial. Ha llegado el momento de llevar todo esto a la práctica en tu propio proyecto.

¿Listo para destacar en tus oposiciones? 😉 Ponte manos a la obra con tu contextualización: investiga sobre el centro (si es real) o define uno ficticio coherente, recoge información del entorno (estadísticas locales, recursos cercanos, etc.), y describe a tu grupo pensando en cómo harás para que cada niño o niña aprenda y sea valorado. Verás que, al completar este apartado, el resto de la programación fluirá con más facilidad, porque ya tendrás un norte claro sobre el que tomar decisiones didácticas.

En resumen, contextualizar es dar vida y sentido a tu programación. Es demostrar que no presentas un documento genérico, sino un proyecto educativo pensado para esas circunstancias concretas. Y esa es la actitud que los tribunales premian: la de un futuro maestro o maestra que sabe adaptarse, incluir a todos y conectar los aprendizajes con la realidad. ¡Adelante, mucho ánimo y éxito en tu programación LOMLOE de Infantil!

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