Cómo explicar una unidad didáctica al tribunal de oposiciones de Educación Infantil. Ejemplos prácticos
- OPOSICIONES INFANTIL
- 29 mar
- 22 Min. de lectura

La presentación de la unidad didáctica ante el tribunal es uno de los momentos decisivos de las oposiciones de maestros de Educación Infantil. Tienes que demostrar en unos minutos todo tu conocimiento pedagógico, tu capacidad de planificación y tu habilidad para comunicar propuestas educativas de calidad. No basta con haber preparado una unidad didáctica excelente en papel; necesitas explicarla de manera clara, estructurada y atractiva para convencer al tribunal de que eres el mejor candidato. En este artículo te mostraremos cómo defender tu unidad didáctica paso a paso, con un tono profesional y cercano. Aprenderás a organizar tu exposición oral, a destacar los puntos clave de tu programación y a aplicar estrategias efectivas que captarán la atención de los evaluadores. Si buscas consejos prácticos, ejemplos reales y trucos para destacar frente al tribunal en la exposición oral de tu unidad, ¡sigue leyendo!
Elementos clave de la unidad didáctica en Educación Infantil
Antes de pensar en cómo explicar tu unidad didáctica, asegúrate de que esta cuenta con todos los elementos clave que el tribunal espera ver. En las oposiciones de maestros de Infantil (y bajo la normativa vigente LOMLOE), una unidad didáctica bien diseñada debe incluir al menos:
Justificación y contextualización: Explica brevemente el título de la unidad, la edad del alumnado (por ejemplo, 3-6 años), el momento del curso escolar en que se desarrolla (trimestre) y su duración o número de sesiones. Contextualiza la unidad dentro de tu programación anual o currículo oficial, indicando por qué es importante para el desarrollo de los niños. Por ejemplo: “Esta unidad de aprendizaje, titulada 'Descubrimos el otoño', se lleva a cabo en el segundo trimestre en un aula de 4 años y tiene una duración de 2 semanas (10 sesiones). Se justifica por la necesidad de que los niños exploren los cambios estacionales, en línea con el currículo de Educación Infantil establecido por la normativa vigente.”
Objetivos de aprendizaje: Define qué pretendes que logren los niños al finalizar la unidad. Los objetivos didácticos deben redactarse con verbos en infinitivo, reflejando aprendizajes observables y acordes a la edad. Por ejemplo: desarrollar la curiosidad científica, mejorar la coordinación motora fina, iniciarse en el conteo hasta 10, etc. Asegúrate de que tus objetivos se alinean con las competencias clave y específicas del currículo. (Recuerda que la LOMLOE enfatiza el desarrollo de competencias desde Infantil, como la comunicación lingüística, la conciencia cultural, el sentido de la iniciativa, etc.)
Contenidos (Saberes básicos): Enumera los contenidos educativos que abordarás, presentados como saberes básicos tal y como figuran en el currículo oficial. Estos contenidos pueden incluir conceptos, habilidades y actitudes. Es importante que uses tus propias palabras para explicarlos pero manteniendo la correspondencia con el currículo y con la programación entregada. En nuestro ejemplo del otoño, los contenidos podrían ser: “características del otoño (tiempo atmosférico, cambios en las plantas), vocabulario básico de la estación, colores cálidos, fiestas típicas (Halloween, magosto)…”.
Metodología y actividades: Este es el corazón de tu unidad. Detalla la secuencia de actividades que realizarás con los alumnos para que aprendan esos contenidos. Las actividades deben ser variadas, motivadoras y adecuadas a las características de los niños de Infantil. Describe brevemente cada actividad, indicando qué harás, con qué recursos o materiales (p.ej. cuentos, canciones, experimentos, juegos motores, fichas) y qué enfoque metodológico empleas (aprendizaje basado en el juego, rincones de actividad, proyectos, método Montessori, etc.). Es crucial que muestres coherencia metodológica: todas las actividades deben tener un hilo conductor y un propósito claro. Además, señala cómo estas actividades contribuyen a los objetivos planteados y al desarrollo de las competencias. Al tribunal le gusta ver propuestas originales, así que, si incluyes alguna dinámica innovadora (por ejemplo, una pequeña “situación de aprendizaje” globalizada, un proyecto con las familias, uso de TIC adaptado a Infantil), menciónalo con entusiasmo. También indica cómo adaptarías o diversificarías las actividades para atender a distintos ritmos de aprendizaje o necesidades especiales (atención a la diversidad), incluyendo principios de diseño universal para el aprendizaje (DUA) para asegurar la inclusión de todos los alumnos.
Evaluación: Expón cómo vas a evaluar si los niños han alcanzado los objetivos. En Educación Infantil, la evaluación es principalmente continua y formativa, basada en la observación, pero debes concretar criterios de evaluación alineados con los objetivos y competencias (por ejemplo: “participa activamente en la recogida de hojas de otoño”, “identifica al menos 3 características del otoño”). Describe también los instrumentos de evaluación que usarás (listas de cotejo, escalas de observación, recopilación de trabajos del alumno, etc.) y si asignarás algún valor cualitativo/cuantitativo (en Infantil normalmente se usan informes cualitativos más que notas numéricas). No olvides mencionar cómo retroalimentarás a los niños y a las familias sobre el progreso. Al cerrar este apartado, es útil indicar que la evaluación te servirá para comprobar la consecución de los objetivos y ajustar tu práctica docente.
Todos estos elementos (contexto, objetivos, contenidos, actividades, diversidad y evaluación) deben estar bien alineados y ser coherentes entre sí. El tribunal valorará que haya un hilo conductor y que todo lo que plantees tenga sentido dentro del desarrollo integral de los niños de Infantil. Por ejemplo, si uno de tus objetivos es “fomentar la curiosidad científica”, debería haber actividades de exploración o experimentación, y criterios de evaluación que midan la curiosidad o la participación en experimentos. Antes de la exposición oral, revisa tu unidad didáctica completa y pregúntate: “¿Está todo conectado?”. Asegúrate también de usar la terminología oficial vigente (objetivos de aprendizaje, competencias específicas, saberes básicos, criterios de evaluación, etc.) tal como aparece en el currículo de tu comunidad, para demostrar dominio del marco legal. Puedes consultar el Real Decreto 95/2022 (currículo básico de Infantil a nivel estatal) y la normativa autonómica correspondiente a tu región para confirmar que no falte nada esencial.
Antes de la exposición: planificación y ensayo
Tener una gran unidad didáctica preparada es solo el primer paso. Ahora toca planificar cómo la vas a exponer oralmente ante el tribunal de la oposición. En esta fase previa, céntrate en:
Conocer las reglas de la convocatoria: Revisa la convocatoria oficial de oposiciones de tu comunidad autónoma (normalmente publicada en el boletín oficial) para conocer los detalles prácticos: cuánto tiempo tendrás para exponer la unidad didáctica, si debes entregar un guion o resumen al tribunal, qué materiales de apoyo puedes utilizar, etc. Por lo general, en la fase oral se disponen de unos 30 minutos para la defensa de la programación didáctica y otros 30 minutos para la exposición de la unidad didáctica (aunque esto puede variar según la comunidad) . Asimismo, suele permitirse llevar un guion de apoyo de un folio (por las dos caras) que luego entregarás al tribunal, y algún material didáctico no electrónico que te ayude a ilustrar tu exposición . Por ejemplo, podrías mostrar un cuento, láminas, marionetas u objetos que usarías en clase durante tu unidad. Ten en cuenta estas condiciones para planear tu presentación ajustada al tiempo y recursos permitidos.
Preparar un guion o esquema: Es altamente recomendable elaborar un esquema escrito de tu exposición, aunque sea para uso personal. Este guion te servirá para practicar y para no olvidar ningún apartado importante al explicarte. Incluye en él los títulos de cada sección de la unidad (introducción, objetivos, contenidos, actividades, evaluación…) con anotaciones breves de lo que dirás en cada una. Si solo te permiten llevar una hoja ante el tribunal, sintetiza ahí las ideas clave, usando colores o subrayados para destacar las palabras que te sirvan de pista mientras hablas. Evita escribir párrafos completos en el guion: no querrás acabar leyendo literalmente, porque el tribunal espera una exposición natural, no recitada de memoria. Un buen guion actúa como red de seguridad: te da confianza saber que tienes esa guía por si los nervios te traicionan, pero debes practicar lo suficiente como para casi no depender de ella.
Ensayar en voz alta y controlar el tiempo: Practica tu exposición oral repetidamente, preferiblemente en voz alta y cronometrando el tiempo. Puedes ensayar frente al espejo, grabarte con el móvil o, mejor aún, presentar ante algún colega, familiar o preparador que pueda hacer de público. Esto te ayudará a pulir la fluidez de tu discurso, a detectar partes confusas o demasiado extensas y a ganar seguridad. Ten en cuenta que entre la introducción, el desarrollo y la conclusión de la unidad, el tiempo vuela. Distribuye aproximadamente los minutos para cada sección. Por ejemplo, en una presentación de 30 minutos podrías dedicar ~5 minutos a la introducción y contextualización, ~20 minutos al desarrollo de actividades y metodología (que es la parte más amplia) y ~5 minutos finales a la evaluación y cierre. Deja espacio para posibles preguntas del tribunal al terminar. Practicar con un temporizador te permitirá gestionar el tiempo eficientemente, evitando quedarte a medias o terminar muy pronto. Recuerda: es preferible sintetizar algunas partes antes que sobrepasar el límite de tiempo (los tribunales suelen cortar educadamente al opositor que se excede).
Simular el contexto real: En tus ensayos, simula condiciones similares a las del día de la exposición. Habla de pie, usando tu esquema en una mano como si estuvieras ante el tribunal. Si vas a mostrar materiales (por ejemplo, enseñarás un cuento o una marioneta durante la exposición para ilustrar una actividad), practícalo también: cómo lo introducirás, en qué momento lo tomarás, etc. Pide a tus "oyentes de prueba" que te den retroalimentación sincera: ¿se entiende todo lo que explicas? ¿Transmites entusiasmo y seguridad? ¿Abusas de tecnicismos o, por el contrario, te faltó mencionar algún término importante? Este feedback es oro para ajustar tu comunicación antes del gran día. También puedes solicitar a algún docente con experiencia (un preparador o un compañero que ya haya aprobado) que evalúe tu presentación y te haga preguntas complicadas a modo de tribunal, para prepararte a responder con aplomo.
Cuidar la voz y la presencia: En la víspera, descansa bien y haz ejercicios suaves de relajación. Tener la voz clara es fundamental en una exposición oral de oposición, así que evita forzarla los días previos (hidrátate, no fumes, etc.). Prepara la vestimenta que llevarás: debe ser cómoda y profesional, acorde a la imagen de un maestro. Sentirte a gusto con tu apariencia te dará un plus de confianza frente al tribunal.
Estructura de la presentación oral ante el tribunal
A la hora de explicar tu unidad didáctica al tribunal, es útil seguir una estructura clara que te ayude a ti a no olvidar nada y le facilite al jurado seguir tu discurso. A continuación, te proponemos una estructura paso a paso, con ideas de cómo abordar cada parte:
1. Saludo e introducción
Comienza saludando cortésmente ("Buenos días, soy [Tu Nombre]…") y situando brevemente al tribunal en qué van a escuchar. Por ejemplo: "A continuación procedo a la exposición de la unidad didáctica 'Descubrimos el otoño', dirigida a niños de 4 años, enmarcada en el segundo trimestre de mi programación de Educación Infantil." En esta introducción, debes contextualizar y justificar la unidad. Explica por qué has elegido ese tema y cuál es su relevancia pedagogica. Destaca brevemente 1 o 2 objetivos centrales de la unidad para adelantar qué se pretende conseguir. La idea es captar el interés del tribunal desde el principio mostrando entusiasmo y significado: "He seleccionado esta unidad sobre el otoño porque considero fundamental que a los 4 años los niños exploren el entorno natural y desarrollen curiosidad científica. A través de ella trabajaremos objetivos como iniciarse en el método científico mediante la observación de la naturaleza y enriquecer el vocabulario con conceptos del entorno." Este primer momento debe ser motivador, demostrando tu pasión docente y la importancia de lo que propones.
2. Desarrollo de la unidad didáctica: contenidos, actividades y metodología
Tras la introducción general, empieza a desgranar los apartados principales de tu unidad de forma integrada. Un error común es ir enumerando mecánicamente lista tras lista (todos los objetivos, luego todas las competencias, luego todos los contenidos, etc.). Eso puede resultar monótono y desconectado. En lugar de eso, aporta una sensación de globalidad en tu discurso . Una estrategia eficaz es presentar las actividades como el eje vertebrador, e ir entrelazando en la explicación los contenidos, métodos, recursos y referencias curriculares:
Describe las actividades clave que componen tu unidad, en orden secuencial. Por ejemplo: "La unidad se desarrollará a lo largo de 10 sesiones. Iniciamos con una excursión al patio para que los niños recojan hojas caídas de distintos colores (sesión 1). Después, en asamblea, haremos una lluvia de ideas sobre qué saben del otoño y leeremos el cuento 'Las aventuras de una hoja' (sesión 2). En las sesiones 3 y 4, tendremos rincones de trabajo por equipos: uno de arte (estampamos hojas con pintura), otro científico (clasificamos frutos de otoño: castañas, bellotas…), otro de lenguaje (palabras y canciones del otoño)…", y así sucesivamente."
Relaciona cada actividad con sus objetivos y contenidos: Mientras explicas cada actividad, menciona qué aprendizaje concreto se trabaja. Por ejemplo: "Con la recogida de hojas buscamos que los niños observen características del otoño en el entorno real (contenido de conocimiento del entorno) y desarrollen su motricidad fina al manipularlas (objetivo de desarrollo físico). En la lluvia de ideas, fomentamos la expresión oral y el recuerdo de experiencias (competencia lingüística y personal)." De esta manera, el tribunal ve claramente la conexión entre lo que haces en el aula y para qué lo haces.
Menciona métodos y recursos didácticos: Señala brevemente la metodología que aplicas en las actividades. Siguiendo el ejemplo: "Estas actividades iniciales parten de una metodología activa y vivencial, propia de Infantil, donde el juego y la experimentación son fundamentales. Uso técnicas de aprendizaje cooperativo en los rincones para que aprendan también unos de otros. Como recursos, empleo materiales cotidianos del otoño (hojas, frutos, fotos) y cuentos infantiles, para que el aprendizaje sea significativo." Esto demuestra que has reflexionado sobre cómo enseñar, no solo qué enseñar.
Competencias y atención a la diversidad integradas: Según vayas relatando las actividades, puedes incorporar las competencias clave de forma natural. En lugar de recitar una lista aislada de competencias, indica cómo cada actividad contribuye a ellas . Por ejemplo: "La clasificación de frutos en el rincón científico trabaja la competencia matemática (serie de clasificación) y la competencia de conocimiento del mundo físico. La dramatización del cuento refuerza la competencia en comunicación lingüística." Asimismo, aprovecha para explicar cómo adaptas las actividades a la diversidad del alumnado: "Si algún alumno presenta necesidades específicas de apoyo educativo (por ejemplo, un niño con discapacidad motora, o uno con autismo leve), tengo previstas adaptaciones: en la recogida de hojas podría usar imágenes en lugar de movilidad física, o apoyar la comunicación con pictogramas en la asamblea. Aplico los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), ofreciendo múltiples formas de participación: todos pueden contribuir según sus capacidades, ya sea hablando, señalando dibujos o experimentando con ayuda." Mostrar esta sensibilidad inclusiva es clave para puntuar alto, pues indica que sabes ajustar la unidad a todos los niños.
Enfatiza la originalidad o puntos fuertes: Durante el desarrollo, destaca aquello que hace especial a tu unidad. ¿Incorporaste alguna estrategia innovadora? ¿Conectaste con otras áreas (interdisciplinariedad) o con la familia? Por ejemplo: "Como cierre de la unidad, organizaremos una Fiesta del Otoño invitando a las familias, donde los niños expondrán sus trabajos y juntos haremos un taller de cocina con frutos de otoño. Esta actividad globalizada refuerza la competencia social y cívica, implicando a la comunidad educativa." Este tipo de detalles puede diferenciarte de otros opositores, mostrando iniciativa y creatividad.
Mantén un lenguaje claro y entusiasta al describir el desarrollo de la unidad. Evita tecnicismos en exceso; si mencionas términos curriculares ("competencias específicas", "saberes básicos"), hazlo de forma que se entienda en la práctica. Imagina que estás contando una historia de lo que sucede en tu aula durante esa unidad: presentas el escenario, las actividades que viven los niños y los aprendizajes que obtienen. De este modo, tu exposición será más amena y el tribunal podrá visualizarte dando clase, que es justamente lo que se pretende.
3. Cierre: evaluación y conclusión de la exposición
Después de exponer el desarrollo de las actividades, llega el momento de cerrar la presentación hablando de la evaluación y dando una conclusión final:
Explica cómo evalúas la unidad: Retoma brevemente los objetivos que mencionaste al inicio y describe cómo comprobarás su logro. Por ejemplo: "Para verificar que logramos los objetivos, implementaremos una evaluación continua durante toda la unidad. He definido criterios de evaluación como: 'identifica al menos tres señales del otoño en el entorno', 'participa en las actividades en grupo con actitud cooperativa'. Durante las actividades, llevaré un registro anecdótico y listas de cotejo para cada niño. Al finalizar la unidad, realizaré una rúbrica sencilla para valorar, por ejemplo, el nivel de vocabulario adquirido sobre el otoño (bajo, medio, alto) y la autonomía mostrada en los rincones de trabajo." Relaciona explícitamente tus criterios de evaluación con los objetivos y competencias desarrolladas, para mostrar coherencia. Menciona también si habrá alguna evaluación inicial (diagnóstica) o autoevaluación (aunque en Infantil la autoevaluación es incipiente, se puede hacer algo gráfico simple para que expresen qué les gustó más, etc.). Y no olvides comentar cómo usarás la información recogida: "La evaluación me permitirá detectar qué conceptos no quedaron claros (por ejemplo, si confunden otoño con otras estaciones) y reforzarlos, así como informar a las familias en el boletín trimestral de progreso."
Cierre con una reflexión final: Una vez cubierto el tema de la evaluación, es recomendable concluir la exposición con un pequeño resumen o reflexión que deje buena impresión. Por ejemplo: "En conclusión, 'Descubrimos el otoño' es una unidad didáctica diseñada para que los niños vivan en primera persona la riqueza de esta estación, desarrollando su curiosidad, su lenguaje y valores como la colaboración. Considero que esta propuesta, coherente con el currículo de Educación Infantil y adaptada a la diversidad del aula, contribuirá significativamente a su crecimiento personal y académico. Muchas gracias por su atención, quedo a disposición para cualquier pregunta."
Terminar agradeciendo al tribunal y mostrando disposición a responder preguntas denota educación y control de la situación. Tras esto, respira hondo: ¡lo has logrado!
Durante el turno de preguntas del tribunal, mantén la calma. Escucha atentamente, y si alguna cuestión no la entiendes bien, puedes pedir amablemente que te la repitan o aclaren. Sé honesto si algo no lo sabes al 100%, pero intenta siempre conectar con algo que sí sabes: por ejemplo, si te preguntan "¿Qué harías si un alumno no muestra interés por el tema del otoño?" podrías hablar de estrategias de motivación que aplicarías. Lo importante es demostrar capacidad de reflexión y seguridad en tu formación.
Consejos prácticos para la defensa de la unidad didáctica de Infantil
Además de estructurar bien el contenido, hay una serie de consejos prácticos que te ayudarán a enfrentar la defensa oral de tu unidad didáctica con éxito:
Sé tú el autor de tu unidad: Puede sonar obvio, pero asegúrate de haber creado o adaptado tú mismo la unidad didáctica que presentas. Defender un trabajo ajeno es mucho más difícil y el tribunal notará si no dominas cada detalle . Cuando la unidad es tuya, hablarás con mayor propiedad, seguridad y naturalidad sobre ella.
Domina los fundamentos teóricos pero habla en "modo práctico": Es fundamental conocer el currículo, la legislación (LOMLOE, decretos autonómicos) y las teorías pedagógicas que sustentan tu propuesta, pero en la exposición no recites párrafos de leyes ni teoría pura. Menciónalos de forma relevante y breve (ej: "siguiendo el enfoque globalizado que marca el decreto de currículo de mi comunidad…"), pero dedica la mayor parte del tiempo a lo práctico: qué haces en el aula y por qué. El tribunal quiere ver a un maestro en acción más que a un opositor citando leyes.
Usa un lenguaje corporal y tono de voz adecuados: La comunicación no verbal juega un papel enorme. Mantén una postura erguida, mira a los miembros del tribunal (repartiendo la mirada para incluir a todos), y gesticula de forma moderada para enfatizar puntos clave. Evita quedarte rígido o, al contrario, moverte excesivamente. Tu voz debe sonar clara y con energía: vocaliza bien, varía la entonación para no sonar monótono y ajusta el volumen para que todos te oigan bien sin esfuerzo. Demuestra entusiasmo por lo que cuentas, pero también profesionalidad. Si los nervios te hacen hablar muy rápido, conscientemente haz pausas y respira; una exposición calmada pero apasionada es lo ideal.
Anticípate a posibles imprevistos: Piensa en preguntas complicadas o objeciones que el tribunal podría plantear sobre tu unidad y ten una respuesta en mente. Por ejemplo, podrían preguntarte "¿Por qué elegiste esa evaluación y no otra?", "¿Cómo integrarías esta unidad con otras áreas de aprendizaje?", o incluso plantearte un hipotético: "¿Qué harías si en medio de la unidad ocurre X situación inesperada?". Preparar estas respuestas de antemano te dará un extra de confianza, y si no preguntan justo eso, igualmente ese conocimiento te hará más sólido durante la exposición. También prepárate para manejar imprevistos físicos: si se te cae un material durante la presentación o te equivocas al decir algo, no te bloquees; continúa con naturalidad. Los tribunales entienden que estás nervioso, valorarán tu capacidad de recuperación.
Capta la atención del tribunal desde el inicio: Los primeros minutos son cruciales para enganchar a quien te escucha. Puedes empezar con una pequeña anécdota, una pregunta retórica o mostrando un recurso llamativo. Por ejemplo, comenzar enseñando al tribunal una hoja grande otoñal diciendo: "¿Sabían que una simple hoja puede ser el punto de partida para una aventura científica en el aula? En mi unidad didáctica, así es como inicio el viaje del aprendizaje...". Esto rompe la monotonía de tantas exposiciones y despierta el interés. Por supuesto, hazlo si te sientes cómodo y se ajusta al tema; no fuerces un "truco" si no encaja.
Mantén el hilo conductor y la coherencia: Asegúrate de que a lo largo de tu exposición oral no pierdes de vista el foco. Si en algún momento sientes que te desvías, vuelve al esquema. Frases como "retomando las actividades, después de…" o "como mencioné en los objetivos, nuestro fin es…" pueden ayudarte a enlazar secciones. Una presentación coherente y bien hilada demuestra claridad de pensamiento.
Muestra confianza y pasión: Quizá el consejo más importante es transmitir que crees en tu unidad didáctica y en tu capacidad como docente. Los tribunales valoran mucho la actitud. Si hablas con convicción, sonriendo cuando corresponde, mostrando que disfrutas contando tu propuesta, contagiarás esa buena impresión. Visualiza que no es un tribunal, sino un grupo de compañeros docentes a los que entusiasmas con una idea nueva para el aula. Esa mentalidad puede ayudarte a proyectar seguridad.
No te excedas con la extensión de cada apartado: En tu guion mental (o escrito), asigna un tiempo orientativo a cada sección y apégate a él. Un error común es detallar en exceso los contenidos teóricos o las leyes y luego quedarse sin tiempo para lo realmente importante (las actividades, por ejemplo). Prioriza lo que aporta valor a tu defensa de la unidad didáctica. Si ves que el tiempo apremia, es preferible omitir algún detalle menor (por ejemplo, no es necesario mencionar todos los estándares de aprendizaje, si los hubiera, uno por uno) y centrarte en transmitir una imagen global sólida.
A modo de resumen de estos consejos: prepárate a conciencia, practica mucho, y el día de la exposición céntrate en comunicar con claridad y entusiasmo.
Estrategias efectivas para destacar en la exposición oral de tu oposición
Además de los consejos básicos, hay algunas estrategias avanzadas que pueden ayudarte a destacar frente al resto de opositores en la exposición de tu unidad didáctica:
Enfoque original o creativo: Piensa qué podría diferenciar tu presentación de la típica. Todos los candidatos presentarán objetivos, actividades y evaluaciones similares porque el currículo es común, pero el enfoque puede marcar la diferencia. Puedes, por ejemplo, plantear la unidad con una narrativa: "a lo largo de esta unidad los niños se convierten en pequeños científicos exploradores del otoño", creando un hilo temático que engarza todas las actividades. O tal vez incorporar una metodología poco usual en Infantil pero viable (como un mini proyecto de indagación, aprendizaje basado en retos sencillos, etc.). Si el tribunal lleva horas escuchando ideas parecidas, algo distinto (y fundamentado) captará su atención
Integración curricular globalizada: Una estrategia bien valorada es mostrar que tu unidad no está aislada, sino que conecta con otras áreas y con el mundo real. Por ejemplo, vincular la unidad de otoño con aspectos de Educación Ambiental (cuidado del medio ambiente, reciclaje de hojas para manualidades), con iniciación a la lectoescritura (leer palabras de otoño) o con la educación emocional (hablar de cómo nos sentimos en los días lluviosos, etc.). Esta visión global da muestra de una planificación rica y moderna, acorde con las tendencias de situaciones de aprendizaje que promueve la LOMLOE.
Uso pertinente de TIC o recursos visuales: Aunque en Infantil el uso de tecnología es limitado, puedes mencionar algún recurso digital de apoyo (ejemplo: poner en clase un pequeño vídeo sobre el otoño de la web del Ministerio, o usar un proyector para mostrar imágenes de distintas estaciones). O si has creado algún material visual (carteles, un lapbook del otoño hecho a mano), podrías mostrarlo al tribunal en el momento adecuado. La clave es que cualquier recurso que muestres aporte valor y esté integrado en la explicación, no que parezca un "adorno" gratuito. Si usas un póster o panel como apoyo visual, asegúrate de orientarlo también hacia el tribunal para que lo vean, y refiérelo en tu discurso: "Como pueden ver en este póster, los niños han creado un árbol de las estaciones donde van pegando elementos a medida que avanzamos...". Esto hace la exposición más dinámica y memorable.
Referencias a experiencias reales o evidencias: Si tienes experiencia docente previa (aunque sea de prácticas) y puedes conectar tu unidad con alguna anécdota o resultado real, aprovéchalo. Por ejemplo: "Aplicando una unidad similar en mis prácticas, observé que la motivación de los niños aumentó notablemente cuando trajeron objetos de casa relacionados con el otoño, por eso incluyo esa actividad." Esto indica al tribunal que tus propuestas están contrastadas con la realidad y no solo sobre el papel. Si no tienes experiencia, puedes referirte a estudios o guías oficiales que respalden tus elecciones: "Según [un documento oficial o autor], la experimentación directa en Infantil mejora la adquisición de conceptos científicos, por ello he planteado actividades manipulativas." Asegúrate de mencionar fuentes confiables, como documentos del Ministerio de Educación o materiales de formación reconocidos, lo cual aumenta la credibilidad de tu exposición. (Por ejemplo, podrías citar el documento de Steilas (2022) - Consejos para la unidad didáctica que sugiere aportar enfoques diferentes y practicar la exposición con colegas).
Feedback y mejora continua: Una estrategia fina pero que puede impresionar es que demuestres mentalidad de mejora continua. Podrías comentar brevemente: "Tras impartir la unidad, recolectaría feedback de las familias y observaría la evolución del grupo para ajustar futuras unidades. Por ejemplo, si noto que… etc." Esto muestra que no ves la unidad didáctica como algo estático, sino que como docente reflexivo siempre buscas mejorar. Denota profesionalidad y capacidad de autoevaluación, competencias muy valoradas.
Ejemplo práctico de exposición oral de una unidad didáctica
Para terminar de ilustrar todos estos consejos, veamos un ejemplo esquemático de cómo podría ser la defensa oral de una unidad didáctica de Infantil ante el tribunal. Imaginemos una unidad didáctica titulada “El maravilloso mundo de los animales de la granja” para niños de 5 años, y resumamos cómo la presentaría un opositor:
Introducción: “Buenos días, mi nombre es Ana García. Les presento la unidad didáctica ‘El maravilloso mundo de los animales de la granja’, diseñada para el tercer trimestre en un aula de 5 años. He elegido esta temática porque a esta edad el conocimiento del entorno y los seres vivos es fundamental para desarrollar la curiosidad y el respeto por los animales. Con esta unidad los niños aprenderán sobre distintos animales de granja, sus características y cuidados, trabajando objetivos como identificar las necesidades básicas de los seres vivos y fomentar valores de empatía y responsabilidad.”
Desarrollo (actividades y contenidos): “La unidad consta de 8 sesiones. Comenzamos con una visita guiada a una pequeña granja escuela (sesión 1), donde los niños podrán ver y tocar animales reales, iniciando así el aprendizaje de forma vivencial. Antes de ir, en clase elaboramos juntos una lista de preguntas que queremos responder durante la visita (¿qué comen las gallinas?, ¿cómo duermen las vacas?...), integrando así su curiosidad en la planificación. Tras la excursión, en la sesión 2 hacemos una puesta en común: cada niño comparte algo que aprendió o le sorprendió. Aquí trabajamos la expresión oral y reforzamos contenidos de ciencias naturales (nombres de animales, alimentos, productos que nos dan). En las sesiones 3 y 4, en pequeños grupos, investigan sobre un animal en concreto con libros ilustrados y material proporcionado, para luego crear un mural por grupo (por ejemplo, el grupo 1 hace “El rincón de las vacas”, otro “El rincón de las gallinas”, etc.). Esta actividad colaborativa desarrolla la competencia de aprender a aprender y la social. Durante las sesiones 5 y 6 pasamos a la parte artística: cada niño elige su animal favorito de la granja y realizamos una manualidad (barro, plastilina o collage) representándolo. Con esto estimulamos la creatividad y afianzamos conceptos (por ejemplo, cómo es la piel del animal, cuántas patas tiene…). En la sesión 7 jugamos a “¿Quién soy?”: cada niño imita a un animal (sonidos, movimientos) y sus compañeros adivinan; un juego para repasar lo aprendido de forma lúdica, trabajando la psicomotricidad y la expresión corporal. Finalmente, en la sesión 8, realizamos una actividad de cierre con las familias: montamos en clase una pequeña “expo-granja” con los murales y manualidades, e invitamos a los padres a que los niños se los expliquen. Esto refuerza la autoestima de los niños al mostrar sus logros y vincula a las familias en el proceso.” “A lo largo de todas estas actividades, vamos introduciendo vocabulario (saberes básicos del área de Conocimiento del Entorno), clasificando animales por su tipo de alimentación (contenido científico, iniciación a las categorías) y fomentando valores. Por ejemplo, tras la visita, reflexionamos sobre el cuidado: ¿qué pasaría si no diéramos de comer a los animales? ¿Cómo debemos tratarlos? Así inculcamos respeto y empatía (educación en valores). Todas las actividades están planteadas con metodología activa: aprendizaje cooperativo en los murales, juego simbólico en el ‘¿Quién soy?’, y aprendizaje-servicio al involucrar a las familias al final. Adaptamos la unidad a la diversidad: si algún niño tiene alergia o miedo, en la granja se le da un rol alternativo (ej. hacer fotos), y si algún alumno tiene dificultades de comunicación, le apoyamos con pictogramas durante los juegos de imitación.”
Evaluación: “¿Cómo evaluamos? Durante toda la unidad observo y tomo notas: tengo un registro donde anoto si cada niño identifica al menos 4 animales y sus sonidos, si colabora en el mural, si muestra curiosidad haciendo preguntas. Utilizo esas observaciones para completar una rúbrica final que cubre criterios como ‘conoce las características básicas de los animales de granja’, ‘participa en las actividades grupales’ y ‘manifiesta actitudes de cuidado hacia los animales’. Además, registro ejemplos de vocabulario nuevo que cada niño usa espontáneamente en las conversaciones. Con todo ello, elaboro un pequeño informe para cada alumno que luego comparto con las familias. Esta evaluación continua me permite ver la evolución de cada uno y plantear refuerzos o ampliaciones; por ejemplo, si un niño mostró especial interés en los caballos, lo anoto para sugerir actividades futuras relacionadas.”
Conclusión: “Con esta unidad, los niños no solo aprendieron datos sobre los animales de la granja, sino que desarrollaron habilidades de investigación, trabajo en equipo y, sobre todo, una actitud de respeto hacia los seres vivos. Considero que ha sido una experiencia muy enriquecedora para su desarrollo integral, alineada con el currículo de Educación Infantil y con los objetivos de fomentar la curiosidad natural en esta etapa. Muchas gracias por su atención. Quedo atenta a sus preguntas.”
Este ejemplo es solo una ilustración, pero sirve para ver en la práctica cómo integrar todo lo que hemos explicado: se contextualiza, se describen actividades enlazando contenidos y competencias, se muestran metodologías activas, se atiende a la diversidad, se explica cómo se evalúa y se cierra con una reflexión de valor. Tu propia unidad y exposición tendrán otras características, pero la idea es la misma: convencer al tribunal de que tu propuesta educativa es completa, viable y beneficiosa para los alumnos.
Explicar una unidad didáctica al tribunal de oposiciones de Educación Infantil es un desafío que combina conocimientos pedagógicos, capacidad de síntesis y dotes de comunicación. En este artículo hemos repasado cómo preparar una unidad didáctica sólida (con todos sus elementos curriculares bien articulados) y cómo planificar su defensa oral de manera brillante. Desde la importancia de contextualizar y justificar la unidad, pasando por la presentación integrada de actividades, contenidos y metodologías, hasta la forma de cerrar con una buena evaluación, cada paso es crucial para causar una impresión positiva en el tribunal. Recuerda que no se trata solo de qué dices, sino cómo lo dices: una exposición clara, estructurada y apasionada puede hacer brillar incluso una unidad sencilla, mientras que una presentación confusa puede deslucir la mejor de las programaciones. Por ello, aplícate estos consejos: practica, busca la originalidad, cuida tu comunicación verbal y no verbal, y confía en ti mismo. Cada ensayo te hará ganar fluidez, cada ajuste mejorará la coherencia de tu mensaje, y cada consejo aplicado aumentará tus posibilidades de éxito. En última instancia, enfrentarse al tribunal es como ponerse frente a tu futura clase: prepárate, respira hondo y transmite tu vocación. Si has llegado hasta aquí en el proceso de la oposición, es porque tienes el conocimiento y la capacidad. Ahora solo queda demostrarlo. ¡Ánimo y mucho éxito en tu exposición oral de la unidad didáctica! Seguro que con dedicación y las estrategias adecuadas, lograrás destacar y acercarte un paso más a tu plaza.
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