Errores comunes al tratar el DUA en las Oposiciones Docentes (y cómo solucionarlos)
- OPOSICIONES INFANTIL
- hace 2 días
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¡No dejes que unos fallos evitables arruinen tu programación didáctica! En las oposiciones de Educación Infantil, el tribunal espera que domines el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) como parte de un enfoque inclusivo moderno. Sin embargo, muchos aspirantes bien preparados pierden puntos por errores comunes al hablar del DUA. La buena noticia es que, identificando esos errores y sabiendo cómo corregirlos, podrás destacar frente al resto. En este artículo aprenderás cuáles son esos tropiezos frecuentes al abordar el DUA (tanto por escrito como en la defensa oral) y cómo evitarlos con estrategias claras.
DUA en oposiciones de Infantil: un pilar para la inclusión educativa
Antes de ver los errores, situemos el contexto. DUA son las siglas de Diseño Universal para el Aprendizaje, un enfoque de inclusión educativa que busca diseñar las actividades, materiales y evaluaciones pensando en todo el alumnado, desde el principio. En lugar de preparar una clase “media” y luego adaptar solo para el alumnado con necesidades especiales, el DUA propone ofrecer múltiples formas de representación de la información, de participación y expresión de los alumnos, y de implicación o motivación. El objetivo es que cada niño o niña encuentre caminos accesibles para aprender, participar y demostrar lo que sabe, eliminando barreras antes de que surjan . Dicho de otro modo: se diversifica la enseñanza para atender a la diversidad de ritmos, estilos y capacidades en el aula, logrando así una auténtica educación inclusiva.
Este enfoque no es solo algo pedagógicamente deseable, ¡es un mandato legal! La normativa educativa vigente en España, con la Ley Orgánica 3/2020 (LOMLOE), ha reforzado la inclusión y menciona explícitamente el DUA como principio de actuación. Por ejemplo, la LOMLOE introdujo en la Ley de Educación que “cuando la diversidad lo requiera, se adoptarán las medidas [...] conforme a los principios del Diseño Universal de Aprendizaje”. En línea con ello, el Real Decreto 95/2022 (currículo de Infantil a nivel estatal) indica que los docentes deben adaptar su práctica basándose en el DUA y en las necesidades individuales y colectivas de su alumnado . Esto refleja un compromiso claro con la inclusión desde el primer nivel educativo. Por tanto, ignorar el DUA en tu programación o mencionarlo de forma incorrecta supone pasar por alto un pilar de la educación actual y de la convocatoria de oposiciones. Los tribunales valoran muchísimo que demuestres estar al día con la legislación y las tendencias pedagógicas oficiales.
¿Por qué es clave el DUA en tu programación de oposiciones? Porque integra la atención a la diversidad de forma proactiva y demuestra competencia docente avanzada. Un aspirante que domina el DUA mostrará en su programación que sabe planificar clases inclusivas de verdad, no solo teoría. Imagina presentar unidades didácticas donde todos los niños participan mediante múltiples propuestas, materiales variados (visuales, auditivos, manipulativos), opciones de trabajo individual y cooperativo, y evaluaciones flexibles. Estarías evidenciando que sabes concretar la inclusión en el aula, más allá de frases genéricas de “atención a la diversidad”. De hecho, diseñar situaciones de aprendizaje alineadas con el DUA es justamente lo que piden los nuevos currículos LOMLOE. (Para profundizar en este punto, puedes leer nuestro artículo sobre situaciones de aprendizaje en la LOMLOE, clave para entender cómo se articula el DUA en la práctica). En resumen, incorporar bien el DUA puede marcar la diferencia en tu programación y convertir un posible punto débil en tu gran fortaleza.
Errores frecuentes al hablar de DUA en las oposiciones (y cómo evitarlos)
A pesar de la importancia del DUA, es normal cometer errores de interpretación o aplicación cuando intentamos integrarlo en nuestra programación didáctica por primera vez. Muchas veces, estos fallos surgen de confusiones conceptuales o de no saber plasmar bien las ideas en el papel. Veamos uno a uno los errores más comunes que cometen los opositores de Educación Infantil al hablar del DUA, ya sea en el documento escrito o en la defensa oral, junto con consejos prácticos para corregirlos. ¡Toma nota y revisa si tú también puedes mejorar en alguno de estos puntos! 📝
Error 1: Confundir el DUA con adaptaciones individualizadas
Este es quizás el error más extendido: pensar que “aplicar el DUA” significa simplemente hacer adaptaciones curriculares para el alumnado con necesidades educativas especiales (por ejemplo, adaptar actividades para niños con NEAE, elaborar un PI, etc.). En las programaciones de algunos aspirantes, el DUA aparece mencionado solo en el apartado de atención a la diversidad, limitado a listar medidas para alumnos concretos (ACNEEs) y no como parte del diseño general. ¿Por qué es un error? Porque el DUA no equivale a las adaptaciones a posteriori ni se reduce a atender solo a unos pocos alumnos. Al contrario, el DUA busca prevenir barreras para todos desde la fase de planificación. Si solo hablas de DUA en términos de adaptaciones específicas, estás malentendiendo su esencia. De hecho, diversos expertos señalan que “uno de los errores más comunes al aplicar los principios DUA es confundirlo con la realización de adaptaciones individuales”.
Cómo evitarlo: Ten muy claro este mantra: el DUA es para todos, no solo para el alumnado con dificultades. En tu programación, integra medidas universales desde el principio de cada unidad didáctica. Por ejemplo, en lugar de decir “en tal actividad haré una adaptación para el niño X que tiene discapacidad auditiva”, plantea la actividad de forma que ya ofrezca medios alternativos (imágenes, lenguaje de signos, apoyo visual) válidos para cualquiera. Diseña las propuestas didácticas de modo que ningún alumno se quede atrás de entrada. Solo después, si hiciera falta algo muy específico para alguien, se menciona. En resumen, primero muestra medidas de acceso universal y después las particulares si son necesarias . El tribunal apreciará que entiendes la filosofía inclusiva: diseñar sin barreras iniciales, reduciendo así la necesidad de ajustes individuales más adelante.
Error 2: Quedarse en la teoría y no aplicarlo de verdad
Otro fallo frecuente es mencionar el DUA únicamente de forma teórica, por cumplir, pero luego no reflejarlo en la práctica de la programación. Hay opositores que incluyen una bonita definición del DUA en la introducción de su programación (o lo citan en la justificación legal), pero al describir las unidades didácticas no se “ve” por ningún lado. Las actividades acaban siendo tradicionales y homogéneas, y las metodologías no incorporan realmente opciones diversas. Esta incoherencia salta a la vista del tribunal: has dicho que seguirías el DUA, pero no lo estás demostrando con ejemplos concretos. Recuerda que en una oposición, lo que cuentas debe notarse en lo que propones. Si hablas de enfoque inclusivo pero tu programación podría ser la misma para un grupo homogéneo, perderás credibilidad.
Cómo evitarlo: Asegúrate de hilar el DUA en todos los apartados prácticos de tu programación. No basta con la teoría en la introducción; cada unidad didáctica debería evidenciar aspectos del DUA. Un buen truco es, al revisar tus unidades, marcar dónde se aplica cada principio DUA: por ejemplo, subraya en un color las medidas de representación variada (visual, manipulativa, auditiva...), en otro color las opciones de acción y expresión (diferentes formas de participar o demostrar conocimientos) y en otro las estrategias de implicación (motivación, intereses, juego, autonomía). Si descubres una unidad entera donde predomina un único formato de actividad o todos los niños hacen exactamente lo mismo al mismo tiempo, ¡alarma! 🤖 Significa que ese plan no está atendiendo a la diversidad. Corrígelo introduciendo variedad: agrega una actividad alternativa, ofrece dos formas de resolver una tarea (por ejemplo, dibujar o construir con bloques, explicar oralmente o mediante un collage, etc.), incluye elementos lúdicos o personales para motivar. Cada vez que afirmes “aplicaré el DUA”, demuéstralo mencionando cómo lo harás. El resultado será una programación coherente, donde la inclusión no quede solo en palabras, sino que permanee en tus propuestas didácticas.
Error 3: Tratar el DUA como una herramienta puntual, no como un enfoque global
Algunos candidatos se refieren al DUA como si fuera una metodología o actividad específica más, similar a decir “usaré aprendizaje cooperativo” o “emplearé rincones de juego” en tal sesión. Esta visión lleva a frases tipo: “En la Unidad 5 aplicaremos el DUA” o “he diseñado una ficha DUA”. Esto es un error conceptual. El DUA no es algo que se hace un día sí y otro no, ni una técnica aislada que se aplica en momentos puntuales. Pensar así implica que el DUA es opcional o accesorio, cuando en realidad es un enfoque integral que debe impregnar toda tu práctica docente.
Cómo evitarlo: Cambia el chip: el DUA es una perspectiva de diseño permanente, no una actividad que se use de vez en cuando. No se trata de tener “momentos DUA”, sino de que toda tu programación siga ese enfoque de flexibilidad y accesibilidad. En lugar de escribir “aquí usaré DUA”, plantea que siempre diseñas tus unidades bajo los principios DUA. Por ejemplo, no digas “en tal rincón de juego aplicaré DUA”, sino muestra que desde la primera hasta la última unidad has ofrecido múltiples formas de aprender y participar. Evita presentarlo como algo novedoso que aparece solo en cierta actividad; normaliza el DUA como parte de tu manera habitual de enseñar. Un recurso útil es expresarlo en tu metodología general: “todas las propuestas se han elaborado bajo los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje, garantizando variedad de representaciones, participaciones y motivaciones en cada unidad”. Así, el tribunal entenderá que no es un añadido superficial, sino tu marco de trabajo constante. Recuerda: el DUA es un paraguas bajo el que caben muchas metodologías (cooperativo, rincones, Montessori, proyectos, etc.), dándoles coherencia inclusiva.
Error 4: “Bombardear” con demasiadas opciones y desordenar la programación
En el afán de demostrar diversidad de propuestas (¡y de impresionar al tribunal!), a veces se cae en el extremo opuesto: llenar cada unidad didáctica con un sinfín de actividades y opciones, de forma un tanto caótica. Por ejemplo, el opositor propone 10 tipos de agrupamientos, 8 materiales distintos y 5 formas de evaluación todas en la misma unidad, sin un hilo conductor claro. La intención –ofrecer muchas alternativas– es buena, pero puede resultar en una programación incomprensible o dispersa, donde se pierde de vista el objetivo principal de aprendizaje. Recuerda que más no siempre es mejor: el DUA promueve la flexibilidad, sí, pero con sentido pedagógico. Si saturas al lector (y al hipotético alumnado) con una sobrecarga de actividades sin cohesión, podrías transmitir improvisación en lugar de planificación estratégica.
Cómo evitarlo: Equilibrio y orden son la clave. Ofrecer opciones no significa hacer “cualquier cosa” sin planificación. Debes diversificar con intención. ¿Cómo lograrlo? Al diseñar cada unidad, piensa primero en los objetivos y contenidos clave que debes lograr. Luego elige 2 o 3 modalidades diferentes bien pensadas para alcanzarlos (por ejemplo, una actividad inicial visual y manipulativa, una desarrollo en grupo cooperativo y un cierre con opción de expresión artística u oral). No necesitas diez tipos de actividad en cada sesión; con un par de buenas alternativas por unidad suele ser suficiente para cubrir distintos perfiles de alumnos. Asegúrate de que todas las actividades propuestas siguen un hilo conductor y se relacionan con lo que quieres lograr. Puedes incluso explicitar en tu programación: “se ofrecen X alternativas metodológicas alineadas con el objetivo Y”. De esta forma, dejas claro que la variedad no es caprichosa, sino que responde a un propósito didáctico. En definitiva, calidad antes que cantidad: el tribunal valorará más una secuencia coherente con variedad pertinente, que un listado aleatorio de ideas inconexas.
Error 5: Olvidar alguno de los principios DUA (quedarse cojo)
El DUA se sustenta en tres principios básicos –representación, acción/expresión e implicación–, y un error común es enfocarse mucho en uno o dos de ellos, dejando de lado el restante. Por ejemplo, hay opositores que, al preparar materiales, se centran solo en la parte de representación (hacen muchos apoyos visuales, pictogramas, cuentos, etc., para presentar la información de formas variadas), pero descuidan ofrecer diferentes maneras de expresión al alumnado o no piensan en cómo motivar a aquellos con menos interés. O al revés: diseñan actividades muy participativas y motivadoras, pero todo el contenido se presentó de una única forma que a algunos niños se les pudo atragantar. Cualquiera de estos desequilibrios implica que no estás aplicando el DUA en su totalidad. Si olvidas, por ejemplo, asegurar la implicación (el interés y la motivación), puede que tus propuestas sean accesibles en cuanto a sentidos pero no enganchen a ciertos alumnos; si olvidas la acción/expresión, quizás todos aprendieron pero solo permites que lo demuestren con un examen escrito, etc. El DUA es como un taburete de tres patas: cojea si falta una.
Cómo evitarlo: Usa un checklist mental (¡o físico!) de los tres principios DUA cuando planees cada unidad. Pregúntate siempre: ¿He variado las formas de presentar la información (principio de representación)?; ¿He dado opciones a los alumnos para hacer las tareas y expresarse según sus fortalezas (principio de acción y expresión)?; ¿He incluido estrategias para motivar e implicar a todo el alumnado (principio de implicación)?. Si al repasar notas que falta alguno, ajústalo. Por ejemplo, tal vez al revisar tu programación detectas que en una unidad todas las actividades las guía el docente y son muy estructuradas. Eso podría cubrir representación y expresión, pero, ¿dónde está la autonomía o la voz del alumno (implicación)? Podrías añadir una pequeña dinámica de elección (que elijan entre dos temas para un proyecto, o entre varias tareas) o incorporar juego libre guiado para estimular su interés. Otro caso: imagina que planteaste experiencias muy motivadoras y diversas en la expresión (juegos, manualidades, experimentos), pero te das cuenta de que toda la teoría previa la explicaste únicamente de forma oral expositiva. Ahí faltaría diversificar la representación: podrías incluir un vídeo corto, mostrar imágenes o permitir que manipulen objetos relacionados. En síntesis, no bajes la guardia con ninguno de los principios. Cada unidad debe atender a los tres en la medida de lo posible, para que el DUA esté realmente integrado de forma completa.
Error 6: No alinear el DUA con la evaluación
Un error final, y muy grave, es aplicar mucha diferenciación en la enseñanza… pero luego evaluar a todos los alumnos de la misma manera rígida. ¿En qué se traduce esto en una programación? En que describes actividades muy variadas, adaptadas y flexibles, pero al llegar al apartado de evaluación, usas exactamente los mismos criterios e instrumentos para todo el alumnado, sin contemplar esa diversidad. Por ejemplo, das a entender que al final todos harán la misma prueba única o serán medidos con la misma vara, sin tener en cuenta los distintos procesos o ritmos. Esto contradice el enfoque DUA, ya que si realmente cada estudiante pudo aprender y expresarse por distintas vías, también deberían poder mostrar sus logros de diferentes formas, y la evaluación debería centrarse en el progreso individual. Si hablamos de personalizar la enseñanza pero luego calificamos con un estándar único, el tribunal notará la incoherencia. Es más, en la práctica real, evaluar a todos exactamente igual puede dejar en desventaja a quienes, pese a haber aprendido, no pueden demostrarlo bien con una única modalidad de examen.
Cómo evitarlo: Alinea la evaluación con tus métodos DUA. Esto significa que, así como diste oportunidades diversas para aprender, ofrezcas también diferentes vías para evaluar. En la programación, especifica que tus criterios de evaluación serán flexibles y equitativos, más que uniformemente iguales. Por ejemplo, puedes indicar que valoras el progreso de cada niño con respecto a su punto de partida, que recoges evidencias variadas (observación diaria, trabajos manuales, exposiciones orales, portfolios, fotos de actividades…) y que adaptas los instrumentos de evaluación si es preciso (unas veces registros anecdóticos, otras rúbricas simples, etc.). Importante: esto no significa “bajar el nivel”, sino ajustar la forma de comprobar los aprendizajes para que todos puedan demostrar lo que saben. Deja claro en tu programación que entiendes la diferencia entre equidad y igualdad: dar a cada uno lo que necesita en vez de a todos exactamente lo mismo. Un tribunal experimentado valorará muy positivamente que hables de evaluaciones individualizadas o de criterios abiertos, porque evidencia que tu visión inclusiva atraviesa toda la secuencia didáctica, hasta el final del proceso de enseñanza-aprendizaje. Así evitarás caer en la contradicción de pregonar inclusión pero luego “examinar como siempre”. ✅
Error global a evitar: En último término, el peor error sería no formarte bien sobre el DUA antes de incorporarlo. A veces, por falta de tiempo, un opositor incluye el término “DUA” porque sabe que “está de moda” o lo pide la ley, pero sin haber profundizado en su significado. Esto se nota en programaciones llenas de frases vacías o mal empleadas. Evita improvisar sobre conceptos que no dominas. Si aún tienes dudas, dedica unas horas a leer la normativa relevante (LOMLOE, RD 95/2022, etc.), guías oficiales o a autores reconocidos en DUA (como David Rose, Anne Meyer –creadores del marco UDL– o la profesora Carmen Alba, que ha investigado sobre DUA en España). Cuanto más claro lo tengas tú, mejor lo explicarás en tu programación. Y, por supuesto, practica redactando y revisando esos apartados donde hablas de inclusión y DUA: pídele a alguien que los lea a ver si resultan coherentes. Con una buena comprensión de fondo, aplicarás el DUA con naturalidad y evitarás todos los errores anteriores. ¡El tribunal lo notará y te lo recompensará en la nota! 🏅
Preguntas frecuentes (FAQ) sobre el DUA y las oposiciones de Infantil
¿Cómo se aplica el DUA en una programación didáctica de Educación Infantil?Aplicar el DUA en tu programación significa planificar desde el inicio pensando en la diversidad de tu aula. En la práctica, se traduce en ofrecer múltiples formas de enseñar un contenido (mediante historias, imágenes, juegos, experimentos, etc.), diversas maneras de que el alumnado participe y trabaje (individual, en parejas, en grupo; actividades escritas, orales, artísticas, motoras…) y diferentes opciones para que los niños demuestren lo aprendido (por ejemplo, algunos dibujarán sus conclusiones, otros las explicarán oralmente, otros construirán algo). Todo ello manteniendo los objetivos de la unidad pero dando flexibilidad en los medios. También implica describir en la programación esas alternativas y apoyos universales. Un ejemplo práctico sencillo: si la unidad es “Los animales de la granja”, aplicar DUA sería presentar la información con cuentos, vídeos cortos y una visita (múltiples representaciones); permitir que unos niños expresen lo aprendido dibujando su animal favorito, otros mediante una exposición oral y otros con un juego de imitación (múltiples expresiones); y proponer actividades que enganchen tanto al alumnado más tranquilo como al más activo, quizá con una canción interactiva para unos y un pequeño rol-play para otros (múltiples implicaciones). De esta forma todos aprenden sobre los animales, pero cada uno encuentra su vía óptima. En tu programación, describe brevemente estas opciones en cada unidad. El tribunal sabrá así que realmente estás aplicando el DUA y no solo mencionándolo de teoría.
¿Hay que citar la normativa (LOMLOE, RD 95/2022…) sobre DUA en la oposición?No es obligatorio memorizar números de ley, pero sí muy recomendable demostrar conocimiento del marco legal vigente. Incluir una referencia a la normativa en tu programación o exposición oral le da solidez a tu discurso. Por ejemplo, puedes mencionar: “siguiendo el artículo 4 de la LOE-LOMLOE que propugna la educación inclusiva y el DUAboe.es, mi programación garantiza medidas universales…”. O al hablar de currículo: “conforme al Real Decreto 95/2022 de Educación Infantil, baso mi práctica en el DUA para adaptarme a las características de cada alumno”. Estas citas muestran al tribunal que estás al día y que tus decisiones pedagógicas tienen respaldo en la legislación. Eso sí, no abuses de la jerga legal: basta con un par de alusiones bien integradas. Lo importante es que luego lo desarrolles con coherencia. Recuerda que la LOMLOE impulsa fuertemente la inclusión educativa y espera que los docentes apliquen principios DUA en todas las etapas, así que mencionar la ley y cumplirla en tu programación te hará sumar puntos.
¿Cómo sabe el tribunal si mi programación sigue bien el DUA?El tribunal lo notará en los detalles concretos. Ellos leerán cientos de programaciones y detectan rápidamente cuándo una programación solo menciona el DUA de pasada y cuándo realmente está diseñada con DUA. ¿En qué se fijan? Principalmente, en que a lo largo de tus unidades didácticas haya evidencias claras de variedad metodológica: distintos tipos de actividades, materiales adaptados a diferentes estilos de aprendizaje, propuestas que permiten participación activa de todo el alumnado, etc. También comprobarán si tu apartado de atención a la diversidad no se limita a adaptar para NEAE, sino que primero hablas de medidas generales para todos (esto indica enfoque DUA). Valorarán positivamente que menciones ejemplos específicos (por pequeños que sean) de cómo adaptas la presentación de contenidos, cómo das opciones en las tareas o cómo motivas a distintos perfiles. Otro indicador es la coherencia entre lo que dices y lo que haces: si en tu introducción presumes de inclusión, pero luego ven unidades rígidas y tradicionales, pensarán que solo “colocaste la palabra DUA” sin más. En cambio, si ven cohesión entre tu marco teórico y tus actividades, y además citas alguna guía o autor relevante, darás imagen de dominio real del tema. En resumen, el tribunal sabe que aplicaste bien el DUA si al leer/escuchar tu programación puede imaginarse un aula donde cada niño participa y aprende a su manera, con un docente (tú) que ha previsto apoyos y alternativas para todos. Eso es justamente lo que buscan. ✅
¿Debo mencionar el DUA también en la defensa oral de la programación o en el supuesto práctico?¡Sería conveniente hacerlo! Si has incorporado el DUA en tu programación escrita, la exposición oral ante el tribunal es tu oportunidad de remarcarlo y convencer. No se trata de repetir teoría, sino de destacar con tus palabras cómo tu programación es inclusiva. Puedes mencionar alguna anécdota o ejemplo de las unidades para ilustrar cómo aplicas el DUA (por ejemplo: “en la unidad 3, gracias al enfoque DUA, mientras unos niños aprendían el concepto X con un cuento interactivo, otros lo hacían manipulando materiales – y todos alcanzaron el objetivo”). Mostrar entusiasmo por haber planificado pensando en todos los alumnos dará muy buena impresión. Recuerda que en la defensa oral valoran tu perfil docente: hablar espontáneamente de cómo atenderás a la diversidad (y nombrar el DUA explícitamente) reforzará la idea de que eres un maestro/a actualizado y sensible. En cuanto al supuesto práctico, dependerá del caso planteado, pero si toca un tema de atención a la diversidad o diseño de una actividad, aplicar el DUA en tu propuesta práctica te sumará puntos. Por ejemplo, si te piden diseñar una actividad para niños de 4 años sobre los sentidos, podrías explicar cómo ofrecerías distintos materiales sensoriales (principio de representación), cómo dejarías que cada niño mostrase qué ha aprendido (unos dibujando su sentido favorito, otros contándolo, etc.) y cómo mantendrías motivados incluso a quienes tengan alguna necesidad específica (principio de implicación). Incluir estas pinceladas DUA en el supuesto demostrará que sabes llevar la teoría a la práctica en cualquier contexto. En definitiva, sí: menciona y aplica el DUA siempre que tenga sentido, tanto en el escrito como oral, porque reforzará tu candidatura.
¿Dónde puedo encontrar recursos o ejemplos para profundizar en el DUA aplicado a Infantil?Tienes a tu disposición múltiples recursos que te ayudarán a dominar el DUA. En primer lugar, las guías oficiales y legislación: por ejemplo, el anexo III del RD de currículo (Infantil) describe orientaciones metodológicas alineadas con el DUA, y el Ministerio de Educación ha publicado documentos sobre atención a la diversidad que incluyen este enfoque. También puedes revisar materiales de formadores especializados: el portal de CAST (creadores del Universal Design for Learning) ofrece pautas y ejemplos (están en inglés, pero hay traducciones al español del Marco DUA que puedes buscar). En España, algunas comunidades autónomas han elaborado guías prácticas para docentes sobre cómo aplicar el DUA en el aula; suelen estar disponibles en los portales educativos autonómicos (busca por ejemplo “Guía DUA educación infantil Comunidad de [tu región]”).
En resumen, el Diseño Universal para el Aprendizaje debe ser un aliado para lucirte en las oposiciones de Educación Infantil, no una trampa en la que caer por malentendidos. Hemos repasado cómo no confundir DUA con simples adaptaciones, cómo pasar de la teoría a la práctica real, cómo concebirlo como un enfoque integral presente en toda tu programación, sin saturar de actividades sin sentido, cubriendo todos sus principios y llevándolo hasta una evaluación inclusiva. Si evitas estos errores frecuentes al hablar de DUA, estarás mucho más cerca de presentar una programación didáctica sólida, actual y convincente. Recuerda que una buena aplicación del DUA demuestra no solo que cumples la normativa (LOMLOE y currículos oficiales) sino también que posees sensibilidad y competencia inclusiva, cualidades muy valoradas en un docente moderno.
Ahora es tu turno: revisa tu propio trabajo con ojo crítico. ¿Has integrado el DUA en cada unidad? ¿Se ven ejemplos claros de múltiples opciones para aprender? ¿Respalda tu evaluación la diversidad de tu aula? Si la respuesta es sí, ¡felicidades! Estás encaminado a impresionar al tribunal con una programación inclusiva de verdad. Y si identificas áreas de mejora, no te preocupes: estás a tiempo de pulir detalles y convertir tu programación en un documento sin fisuras en cuanto a atención a la diversidad.
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