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Consejos para reducir el estrés durante tu oposición



La preparación para las oposiciones puede ser un camino lleno de estrés y ansiedad. Pero no te preocupes, aquí te presentamos algunos consejos que te ayudarán a manejar el estrés durante tu oposición de Educación Infantil.


El estrés en las oposiciones se refiere a la tensión emocional y mental que experimentan los opositores durante su preparación para los exámenes. Este estrés puede ser causado por varios factores:

 

  • Presión del tiempo: Las oposiciones tienen plazos concretos que no suelen poderse quebrantar. La sensación de que cada minuto cuenta aumenta el estrés de forma exponencial cuanto más se acerca la fecha de examinación.

  • Volumen de materiales de estudio: La cantidad de contenido que se debe dominar para las oposiciones a menudo es abrumadora. Por ello, es común experimentar la sensación de nunca estar del todo preparado/a, aumentando así la ansiedad.

  • Competitividad: Las oposiciones están constantemente influenciadas por otras personas, ya sea lo mucho que han estudiado, la cantidad de veces que ya se han presentado a estos exámenes o la experiencia que tengan.


Aquí te dejamos algunos trucos que puedes usar para reducir el estrés y la ansiedad.


1. Organiza tu tiempo


La presión del tiempo es uno de los factores más estresantes en la preparación de las oposiciones. Los opositores a menudo se enfrentan a un calendario de estudio riguroso y a plazos estrictos para aprender y dominar una gran cantidad de material.


Por ejemplo, imagina que estás preparándote para una oposición de Educación Infantil. Tienes seis meses hasta la fecha del examen y un temario de 25 temas para estudiar. Esto significa que debes aprender, en promedio, más de cuatro temas al mes, o uno por semana. Cada semana que pasa sin que hayas aprendido un tema, la presión aumenta.


Además, a medida que se acerca la fecha del examen, la presión del tiempo se intensifica. Puedes empezar a sentir que no tienes suficiente tiempo para repasar o para centrarte en las áreas que te resultan más difíciles.


Para manejar la presión del tiempo, es útil establecer un horario de estudio realista y seguirlo. Divide tu tiempo de estudio en bloques y asigna cada bloque a un tema o área de estudio específica. Asegúrate de incluir tiempo para repasar y para descansar.


Por ejemplo, podrías dedicar las mañanas a aprender nuevo material y las tardes a repasar lo que ya has estudiado. También podrías dedicar un día a la semana a repasar todos los temas que has estudiado hasta ahora.


Recuerda, es importante ser flexible con tu horario. Si un tema te lleva más tiempo del esperado, ajusta tu horario en consecuencia. Y si te sientes abrumado/a, tómate un descanso. Un poco de tiempo libre puede ayudarte a relajarte y a volver a tu estudio con una mente más clara.



2. Mantén una alimentación saludable


La alimentación juega un papel crucial en cómo nos sentimos, tanto física como mentalmente. Durante periodos de estrés, como la preparación para las oposiciones, es especialmente importante mantener una dieta equilibrada y nutritiva.


Una dieta saludable puede ayudarte a manejar el estrés de varias maneras. Los alimentos ricos en nutrientes pueden mejorar la función cerebral, aumentar la energía, fortalecer el sistema inmunológico y estabilizar el estado de ánimo. Por otro lado, una mala alimentación puede exacerbar los síntomas del estrés, como la fatiga y la irritabilidad.


Aquí te presentamos algunos consejos para mantener una alimentación saludable durante tu preparación para las oposiciones:


  1. Come regularmente: Evita saltarte comidas y trata de comer a intervalos regulares. Esto ayudará a mantener tus niveles de azúcar en sangre estables y evitará los picos de hambre que pueden llevarte a comer en exceso.

  2. Incluye alimentos ricos en omega-3 en tu dieta: Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en alimentos como el salmón, las nueces y las semillas de chía, pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo.

  3. Come alimentos ricos en vitamina C: La vitamina C, que se encuentra en alimentos como las naranjas, los pimientos y las fresas, puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, una hormona del estrés.

  4. Evita la comida chatarra: Los alimentos procesados y ricos en azúcar pueden causar picos y caídas en los niveles de azúcar en sangre, lo que puede aumentar los niveles de estrés.


Aquí te presentamos algunos ejemplos de comidas saludables que puedes incluir en tu dieta:


  • Desayuno: Un batido de frutas con espinacas, plátano, fresas y semillas de chía. Este batido es rico en vitamina C y omega-3.

  • Almuerzo: Un tazón de quinoa con salmón a la parrilla, aguacate y tomates cherry. Este plato es rico en proteínas y omega-3.

  • Cena: Un plato de pollo al horno con batatas y brócoli al vapor. Este plato es rico en proteínas y vitaminas.


3. Haz ejercicio regularmente


El ejercicio físico es una excelente manera de liberar el estrés. No solo mejora tu salud física, sino que también tiene beneficios para tu salud mental.


El ejercicio regular puede ayudarte a manejar el estrés de varias maneras. Puede mejorar tu estado de ánimo, aumentar tus niveles de energía, mejorar tu sueño y reducir la ansiedad. Además, el ejercicio puede ser una distracción útil de los pensamientos y preocupaciones que pueden estar contribuyendo a tu estrés.


Aquí te presentamos algunas formas de incorporar el ejercicio en tu rutina:


  1. Encuentra una actividad que disfrutes: No todos disfrutamos de las mismas actividades, así que es importante que encuentres una forma de ejercicio que te guste. Puede ser correr, nadar, hacer yoga, bailar, montar en bicicleta, o incluso caminar.

  2. Establece una rutina: Intenta hacer ejercicio a la misma hora cada día. Esto puede ayudarte a convertirlo en un hábito.

  3. Empieza poco a poco: Si no has estado haciendo mucho ejercicio, empieza poco a poco y aumenta gradualmente la intensidad y la duración de tus entrenamientos.

Aquí te presentamos algunos ejemplos de rutinas de ejercicio que puedes probar:


  • Correr o caminar: Puedes empezar el día con una carrera o una caminata de 30 minutos. Esto puede ayudarte a despejar tu mente y prepararte para el día.

  • Yoga: El yoga es una excelente manera de relajarte y estirarte. Puedes probar con una sesión de yoga de 20 minutos al final del día para ayudarte a relajarte antes de dormir.

  • Ejercicios de alta intensidad: Si prefieres un entrenamiento más intenso, puedes probar con ejercicios de alta intensidad como el HIIT (High Intensity Interval Training). Estos entrenamientos suelen durar entre 10 y 30 minutos y pueden ayudarte a quemar calorías y a liberar estrés.




4. Practica técnicas de relajación


Las técnicas de relajación son métodos que pueden ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad. Estas técnicas pueden ayudarte a calmar tu mente, relajar tus músculos y centrarte en el presente.


Las técnicas de relajación pueden ser una herramienta eficaz para manejar el estrés de las oposiciones. Pueden ayudarte a reducir la tensión física y mental, mejorar tu concentración y promover sentimientos de calma y bienestar.


Aquí te presentamos algunas técnicas de relajación que puedes probar:


  1. Respiración profunda: Esta técnica implica respirar profundamente y de manera controlada. Siéntate cómodamente, cierra los ojos, inhala lentamente por la nariz, mantén la respiración durante unos segundos y luego exhala lentamente por la boca.

  2. Meditación: La meditación puede ayudarte a centrarte en el presente y a liberar tus pensamientos y preocupaciones. Puedes probar diferentes tipos de meditación, como la meditación de atención plena o la meditación trascendental.

  3. Relajación muscular progresiva: Esta técnica implica tensar y luego relajar cada grupo de músculos de tu cuerpo. Comienza con los músculos de los pies y avanza hacia arriba hasta llegar a la cabeza.


Aquí te presentamos algunos ejemplos de cómo puedes incorporar estas técnicas de relajación en tu rutina:


  • Antes de estudiar: Antes de comenzar tu sesión de estudio, tómate unos minutos para practicar la respiración profunda o la meditación. Esto puede ayudarte a prepararte mentalmente para el estudio.

  • Durante los descansos de estudio: Durante tus descansos, en lugar de revisar tus redes sociales o ver la televisión, prueba con la relajación muscular progresiva. Esto puede ayudarte a liberar la tensión física y a recargar energías para la siguiente sesión de estudio.

  • Antes de dormir: Antes de irte a dormir, practica alguna técnica de relajación. Esto puede ayudarte a liberar las tensiones del día y a prepararte para un sueño reparador.



5. Mantén una actitud positiva


La actitud es una pequeña cosa que puede hacer una gran diferencia, especialmente cuando se trata de prepararse para las oposiciones. Mantener una actitud positiva puede ayudarte a manejar el estrés y a superar los desafíos que puedas encontrar en tu camino.


Una actitud positiva puede ayudarte a ver los desafíos como oportunidades en lugar de obstáculos. Puede ayudarte a mantener la motivación, a mejorar tu rendimiento y a reducir los niveles de estrés y ansiedad.


Algunas formas de mantener una actitud positiva podrían ser:


  1. Establece metas realistas: Establecer metas que sean desafiantes pero alcanzables puede ayudarte a mantener la motivación y a tener una actitud positiva.

  2. Celebra tus logros: No importa cuán pequeño sea el logro, celébralo. Esto puede ayudarte a mantener una actitud positiva y a motivarte para seguir adelante.

  3. Mantén una perspectiva positiva: Trata de ver el lado positivo de las cosas, incluso cuando te enfrentes a desafíos. Recuerda que cada desafío es una oportunidad para aprender y crecer.


Ejemplos de cómo puedes mantener una actitud positiva durante tu preparación para las oposiciones:


  • Antes de estudiar: Antes de comenzar tu sesión de estudio, tómate un momento para recordar por qué estás haciendo esto. Piensa en tu objetivo final: convertirte en un educador infantil. Esto puede ayudarte a mantener una actitud positiva y a motivarte para estudiar.

  • Durante los descansos de estudio: Durante tus descansos, en lugar de pensar en lo que aún tienes que estudiar, piensa en lo que ya has logrado. Celebra tus logros, no importa cuán pequeños sean.

  • Después de estudiar: Después de terminar tu sesión de estudio, tómate un momento para reflexionar sobre lo que has aprendido. Trata de ver cada desafío como una oportunidad para aprender y crecer.


6. Preparación a la calma antes de estudiar


Antes de sumergirte en tus libros de texto y apuntes, es importante que te prepares mentalmente para el estudio. Una excelente manera de hacerlo es dedicar unos minutos a la relajación antes de empezar a estudiar.


En situaciones de estrés, la actividad cerebral puede verse afectada, lo que puede disminuir tu rendimiento. Al relajarte antes de estudiar, puedes ayudar a tu cerebro a prepararse para la tarea que tienes por delante, lo que puede mejorar tu atención y concentración.


Aquí te presentamos una técnica sencilla que puedes probar:


  1. Encuentra un lugar tranquilo: Busca un lugar donde no te molesten durante unos minutos. Puede ser tu habitación, un parque cercano, o incluso un rincón tranquilo de la biblioteca.

  2. Cierra los ojos: Cierra los ojos y trata de liberar tu mente de pensamientos distractivos. Concéntrate en tu respiración.

  3. Respira profundamente: Toma una respiración profunda, manténla durante unos segundos, y luego exhala lentamente. Repite este proceso varias veces.

  4. Visualiza: Imagina un lugar tranquilo, como una playa o un bosque. Trata de imaginar todos los detalles de este lugar, como los sonidos, los olores, y las sensaciones.

  5. Abre los ojos: Después de unos minutos, abre los ojos. Deberías sentirte más relajado/a y listo/a para empezar a estudiar.



7. No la ignores


A veces, en medio de la vorágine de la preparación para las oposiciones, podemos sentirnos estresados o nerviosos y optar por ignorarlo. Sin embargo, esto puede ser un gran error. Ignorar el estrés es como conducir un coche sin detenerse a poner gasolina: eventualmente, te quedarás sin energía.


El estrés no controlado puede aumentar con el tiempo, y una vez que alcanza un cierto nivel, puede ser mucho más difícil volver a un estado de equilibrio. Ignorar el estrés no hace que desaparezca; de hecho, puede empeorar las cosas.



8. Valora tu trabajo.


A veces, en nuestro camino hacia un objetivo, podemos perder de vista todo lo que ya estamos haciendo. Nos enfocamos tanto en lo que aún no hemos logrado que no apreciamos nuestros esfuerzos actuales. Este enfoque puede generar sentimientos de frustración y autoexigencia, lo que puede llevar a sentirnos mal y a disminuir nuestro rendimiento.


Por lo tanto, es importante que no te sabotees. Valora todo lo que haces. Cada pequeño paso que das en tu camino hacia tu objetivo es valioso. Levantarte para estudiar, organizar tu semana, tomarte un descanso para recuperar energía, ser lo suficientemente valiente como para seguir adelante, todo esto merece ser valorado.


Un truco que puedes utilizar para ayudarte a valorar tus esfuerzos es pensar o escribir tres cosas que valoras que has hecho cada día. Al final del día, tómate un momento para reflexionar sobre lo que has logrado. Puede ser algo grande, como terminar un tema de estudio, o algo pequeño, como tomar un descanso cuando lo necesitabas. Lo importante es que reconozcas y valores tus esfuerzos. Cada paso que das en tu camino hacia tu objetivo es un logro. Así que no te sabotees, valora tus esfuerzos y celebra tus logros, por pequeños que sean. Esto no solo te ayudará a reducir el estrés, sino que también te ayudará a mantener una actitud positiva y a mejorar tu rendimiento.


En conclusión, la preparación para las oposiciones puede ser un camino lleno de estrés y ansiedad, pero como ya hemos visto, hay varias estrategias que puedes utilizar para manejar este estrés. Cada persona es diferente, por lo que es importante que pruebes diferentes estrategias y encuentres las que mejor funcionen para ti. Recuerda, el objetivo final es no solo aprobar las oposiciones, sino también cuidar de tu bienestar mental y físico en el proceso. ¡Buena suerte con tu oposición!


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